Grecia

Siete países de la UE deben lograr el «sí» de sus cámaras

La polémica en Europa. Alemania, Holanda y Finlandia son los más duros en la negociación del rescate griego

El presidente Alexis Tsipras, durante una votación en el Parlamento
El presidente Alexis Tsipras, durante una votación en el Parlamentolarazon

Grecia ha protagonizado la agenda europea durante el último mes y medio. El tercer rescate y la posibilidad de «grexit» han originado tensiones tanto en el liderazgo dentro en la moneda única como en la política interna. Antes de que el dinero contante y sonante pueda llegar a Grecia para que realice el día 20 su pago al BCE, siete gobiernos europeos deben obtener el aprobado de sus parlamentos: Alemania, Finlandia, Países Bajos, Eslovenia, Estonia, Letonia y Austria.

En Alemania, Angela Merkel ha tenido que enfrentarse a una rebelión de los suyos debido al tercer paquete de rescate griego. En la votación del Bundestag el día 16 de julio –en la que se daba el plácet para la negociación– sufrió la deserción de 65 eurodiputados democristianos que fallaron en contra y de cinco que se abstuvieron. En otras ocasiones tan sólo se había producido el voto negativo de unos treinta diputados.

El Parlamento alemán tiene que volver a dar luz verde al tercer paquete de rescate, ahora con puntos y comas. La canciller ha vuelto a reiterar su oposición frontal a una quita de la deuda griega, aunque respalda posiciones intermedias como un alargamiento de los plazos de devolución y cobro de intereses de cara al debate que se abrirá en octubre.

Uno de los capítulos más difíciles a los que ha tenido que enfrentarse Merkel está no sólo en su propio partido sino también en su propio Gobierno. Concretamente en German Schauble, su todopoderoso ministro de Finanzas, que en la reunión del Eurogrupo defendió con ahínco el «grexit» hasta el punto de que esta posibilidad quedó reflejada por primera vez en un documento oficial el 13 de julio, hasta que fue posteriormente enmendado por los jefes de Estado y de gobierno.

Holanda y Finlandia forman también el grupo de los halcones, definidos así por su dureza en las negociaciones. Los dos comparten, además, ejecutivos de signo liberal en coalición con otras fuerzas. En el caso de Holanda, con los socialdemócratas y en el de Finlandia, con la extrema derecha de los verdaderos finlandeses.

Los bálticos han sido la gran sorpresa. La evidencia de que la zona euro se ha ampliado a diecinueve países y de que no se van a conformar con un quedar relegados a un papel secundario por mucho que sean los nuevos en el club o tengan un tamaño pequeño. Eslovaquia, Estonia, Letonia y Lituania han tenido que pasar unos criterios muy estrictos para unirse a la divisa europea y no van a consentir que el resto se salte las normas

Francia e Italia son los supuestos grandes soportes con los que se iba a encontrar Syriza. Son palomas, pero no aliados sin fisuras de Grecia. Ambos se han beneficiado de una cierta manga ancha por parte del Ejecutivo comunitario en las metas de déficit (Francia con dos prórroga consecutivas de dos años).Defienden un alivio de la deuda, pero no una quita.

El Bundesbank reclama una supervisión exigente

El Bundesbank, Banco Central de Alemania, reaccionó con cautela tras el acuerdo sobre un nuevo programa de ayuda para Grecia. Según su informe mensual publicado ayer, la autoridad monetaria germana exige una vigilancia más exhaustiva en el proceso de implementación de reformas en Atenas. Este mayor seguimiento tiene su origen en la inestabilidad en el seno de Syriza, partido que gobierna Grecia, y en los «avances insuficientes» que se dieron durante los dos anteriores recates a Atenas.

La entidad alemana presidida por Jens Weidmann señaló en el mismo informe que la situación económica de Grecia empeoró «sustancialmente» a mediados de 2015, especialmente debido a los controles de capital. El Bundesbank demanda, por tanto, un cambio en Atenas. «La rápida implementación de las reformas es un requisito fundamental», apuntó. Sin embargo, mostró cierta confianza en la recuperación de Grecia. Informa I. Matamoros