Sólo un pacto PSOE, Podemos y C’s desbancaría a Pedro Antonio Sánchez

El improbable tripartito sería la única opción para arrebatarle la presidencia de Murcia.

El escenario judicial que protagoniza el presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez (PP), no altera ni su agenda ni el ánimo para seguir al frente de sus responsabilidades en tanto se aclaran las dudas sobre su actuación en los tribunales. Sánchez gobierna en la comunidad con el apoyo de Ciudadanos, que ha firmado tanto con el PP regional como el nacional un pacto para apartar a todos los cargos públicos imputados por delitos de corrupción. El propio Albert Rivera recordó ayer que Sánchez «tendrá que dimitir si es imputado, cumpliendo el acuerdo de investidura y sus propias palabras», en referencia a la promesa de salida del murciano «cuando haya una imputación formal». El presidente naranja apuntó en el Congreso que es «lo que firmó» el grupo popular con el de Ciudadanos y lo que dice además la ley de transparencia.

Pero se trata de un acuerdo que desde el Gobierno murciano no ven peligrar en absoluto. «La Justicia hablará y resolverá, y esperamos que sea cuanto antes», según fuentes consultadas ayer por este periódico. La posibilidad de que Pedro Antonio Sánchez tenga que irse no se contempla porque «no se ven motivos» para esa renuncia, y para su equipo «no hay otra alternativa» que pueda alterar el mapa político en la Asamblea actual. Desde el Ejecutivo regional apelan al símil futbolístico del «partido a partido» y recuerdan que su presidente ha ofrecido «toda la colaboración para facilitar» el trabajo de los jueces.

La Cámara murciana, que cuenta con 45 asientos, está compuesta desde las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015 por 22 diputados del PP, 13 del PSOE, 6 de Podemos y 4 de Ciudadanos. Los populares se quedaron entonces a 900 votos de la mayoría absoluta, fijada en 23 escaños. Una moción de censura a tres bandas tras la hipotética ruptura del pacto entre Ciudadanos y PP abocaría a un improbable tripartito entre socialistas, morados y naranjas, que sumarían los 23 parlamentarios necesarios para tomar el control de la Asamblea murciana. O, como pidió IU, «a la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones».