Treviño insiste en la segregación

El Condado de Treviño y La Puebla de Arlanzón han decidido, mediante acuerdos plenarios aprobados por mayoría absoluta y la abstención del PP, iniciar los trámites para intentar segregarse de Castilla y León y anexionarse al País Vasco. Si bien, desde el PP autonómico y el provincial, más contundentes que el liderado en el enclave por Inmaculada Ranero, aseguraron que se tumbará esa propuesta en la Diputación de Burgos y en las Cortes de Castilla y León.

El alcalde, Ignacio Portilla, que accedió al poder tras una moción de censura en diciembre, aseguró que «ojalá prospere el sentido común», y advirtió de que si no es así, «los vecinos de Treviño irán directamente al Congreso de los Diputados». A su entender, «las vinculaciones de Treviño con Álava son apabullantes». Se da la circunstancia de que el pleno tiene lugar justo quince años después de la segunda intentona segregadora del enclave, que se desarrolló el 8 de marzo de 1999. Desde el PP, Alfonso Fernández Mañueco recordó que la declaración choca de plano con el Estatuto de Castilla y León. Y en la misma línea se han mostrado tanto la Junta de Castilla y León, con su presidente Juan Vicente Herrera (PP) a la cabeza, como la Diputación de Burgos, que insisten en que la pertenencia de Treviño a Castilla y León es algo incuestionable porque «es un asunto blindado en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León».

El alcalde de Condado de Treviño encargó un estudio jurídico del que se desprende que el paso dado ayer debe ser el primero para cualquier proceso de segregación, aunque no necesariamente el último. Según el estudio, la previsible negativa de la Junta de Castilla y León no debería cerrar el proceso, como ocurrió en las dos ocasiones anteriores, sino ser un paso más de una tramitación en la que la última palabra la debe tener el Parlamento español. El regidor del otro Ayuntamiento del enclave, La Puebla de Arganzón, Roberto Ortiz, también al frente de una agrupación de electores, se centró más en cuestiones de orden práctico para respaldar su solicitud de segregación de Castilla y León y anexión al País Vasco y recordó que La Puebla de Arganzón se encuentra a unos diez minutos en coche de la capital de Álava, por lo que entiende que «no tiene sentido mantener una situación administrativa anacrónica que no ayuda a nadie». Las propuestas de segregación de Castilla y León y anexión al País Vasco fueron aprobadas en Condado de Treviño por cuatro concejales de dos agrupaciones independientes, además de un edil del PNV y otro de Bildu.