EE UU

Trump se declara "no culpable" de los 37 cargos federales en su contra

El expresidente de EE UU comparece ante el tribunal de Miami con críticas a su acusación por amenazar la seguridad por llevarse documentos secretos

El histórico proceso se llevó a cabo en un día convencional. A pesar de las acostumbradas lluvias de verano en la Ciudad del Sol, en Miami hoy no llovió. Una tormenta no fue parte del recibimiento del expresidente Donald Trump a la corte federal donde le fueron leídos al menos 37 cargos penales en su contra. Y sí, allí el clima es importante porque un torrencial aguacero era la última esperanza que tenían las autoridades de disipar lo que algunos anticipaban como una defensa violenta de seguidores del exmandatario. Afortunadamente, ni llovió ni hubo disturbios, aunque sí concentraciones de esos trumpistas que llegaron a las afueras del recinto vistiendo camisetas MAGA (Make America Great Again) e incluso, los más avivados, con gorras con la cara del gobernador de Florida, Ron DeSantis, rival en las primarias, pero aliado en el corazón de sus defensores.

Fue a las tres de la tarde y bajo extremas medidas de seguridad alrededor de esa corte, que arribó el primer expresidente de Estados Unidos en ser imputado. Lo esperado se cumplió. Los alguaciles estadounidenses adjuntos tomaron las huellas dactilares electrónicamente, aunque no se tomó ninguna foto policial del expresidente. Luego, Trump y sus abogados compareció ante el juez magistrado Jonathan Goodman para su lectura de cargos. Como en el debido proceso, el juez preguntó a Trump si comprendía sus derechos bajo la Sexta Enmienda, incluido el de un juicio rápido.

La comparecencia duró más o menos una media hora y, como sucedió ya abril en Nueva York durante la audiencia por el caso del pago a la estrella porno Stormy Daniels, no fue esposado. Entró y salió como un hombre libre. Aunque sin duda un hombre con muchos problemas con la Justicia.

El pliego de cargos es el más serio contra cualquiera que haya dirigido los destinos de la Casa Blanca. La mayoría de ellos, unos 31, son por retención intencionada de información de defensa nacional contenida en otros tantos documentos; otros tres son por guardar y ocultar documentos a las investigaciones federales; unos dos más por falsedad en testimonio; y el último, por conspiración para obstruir a la justicia con uno de sus empleados, Walt Nauta, quien llegó hoy también a Miami a la misma comparecencia.

Algunos de estos delitos involucran violaciones a la Ley de Espionaje, para cuyas penas no le alcanzarían dos vidas tras las rejas para compensar, en caso de ser condenado. Pero que un juicio llegue parece una posibilidad lejana hoy. En el caso de los documentos secretos que se llevó a su residencia privada Mar-a-Lago, el futuro de Trump es bastante incierto. Primero porque aunque los fiscales han sido enfáticos en que la manera como se está conduciendo el proceso demuestra que la ley aplica para todos, ya hemos visto en otros casos como, por ejemplo, por ser un candidato no se le ha restringido la libertad de movimiento. En declaraciones a LA RAZÓN, explica el profesor en Derecho Constitucional de American University Emilio Viano que «el Departamento de Justicia seguramente no quiere alimentar la retórica de que se trata de un proceso político».

A Trump se le acusa ya no solo por haberse llevado cientos de cajas con miles de documentos clasificados, sino por mentir. Y luego está un hecho no menos grave, que es el estado en el que se encontraba el material sensible. Según muestra la acusación formal por medio de fotografías, había cajas que supuestamente estaban en los Archivos Nacionales apiladas en Mar-a-Lago en un salón de baile, en un baño y una ducha.

Según Viano, ahora que el proceso sigue adelante es muy posible que la defensa de Trump opte por dilatarlo. «Este asunto va a durar tanto como él y sus abogados quieran», dice. «Mañana podría salir a dar explicaciones a los fiscales, contar que se cometieron errores –si es el caso– y solucionar todo, pero creo que su intención podría ser retrasar la llegada de un juicio tanto como sea posible, quizá para que coincida con la etapa más desarrollada de las primarias».

Trump es hoy el precandidato favorito entre los republicanos para optar por la sacar a los demócratas de la Casa Blanca. Su rival más cercano está a una distancia de veinte puntos. Es prácticamente la única opción viable hasta ahora de su partido de cara a 2024. Trump lo sabe y lo usa a su favor. Alimentar la tesis de una supuesta de «caza de brujas» cansa entre el público general, pero genera simpatía entre sus bases. «Si posterga el juicio, va a terminar ganando de todas formas», sentencia Viano.

Trump se dio este martes un baño de multitudes en un conocido restaurante cubano de la Pequeña Habana de Miami tras ser procesado por 37 cargos penales relacionados con el manejo de documentos oficiales secretos.

Cuando todo el mundo pensaba que la caravana de automóviles que salió de los tribunales del centro de Miami tras la audiencia se dirigía al aeropuerto, se vio por los canales de televisión que su destino era el Versailles, un lugar icónico para el exilio cubano.

Allí lo esperaba una multitud de seguidores y también periodistas que recogieron el momento en el que le cantaron el cumpleaños feliz al exmandantario, que mañana cumple 77 años.

Las cámaras mostraron en vivo cómo saludaba a los presentes que le mostraban su apoyo y le pedían hacerse fotos con él.