Castilla-La Mancha
Una alianza entre PP y Ciudadanos dejaría a García-Page fuera del Gobierno de Castilla-La Mancha
Según un sondeo de NC Report elaborado para LA RAZÓN con motivo del Día de Castilla-La Mancha, PSOE y PP empatarían a escaños si se celebraran hoy unas nuevas elecciones autonómicas en la región.
Según un sondeo de NC Report elaborado para LA RAZÓN con motivo del Día de Castilla-La Mancha, PSOE y PP empatarían a escaños si se celebraran hoy unas nuevas elecciones autonómicas en la región.
El PSOE y el PP empatarían a escaños si se celebraran hoy unas nuevas elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha, Podemos conservaría los dos asientos que hoy tiene en las Cortes regionales y Ciudadanos debutaría con 4 o 5 diputados, convirtiéndose en la llave para hacerse con el control en la región.
Izquierda Unida no lograría tampoco esta vez representación alguna, según un sondeo de NC Report para LA RAZÓN. Con estos resultados, el socialista Emiliano García-Page podría reeditar un gobierno con apoyo de Podemos, alianza que le reportaría la suma de entre 16 y 15 representantes, aunque también sería posible una jefatura regional a cargo de populares y naranjas, que sumarían entre 17 y 19 escaños e incluso entre socialistas y Ciudadanos, con idéntico número de asientos.
Con este escenario, el PSOE gozaría de una situación de ventaja respecto al PP por sus dos vías para llegar al Ejecutivo, ya que podría negociar con Ciudadanos para mantener el poder o reeditar su entente con Podemos. Por su parte, el partido de Albert Rivera se colocaría en una situación privilegiada para negociar el futuro gobierno autonómico a derecha y a izquierda, decantándose por populares o socialistas.
El PP, que aún no tiene cabeza visible a la Presidencia de la Junta, refleja una tendencia a la baja desde los comicios celebrados en 2015, y en este momento aventaja en 4.700 votos al PSOE. Ambos partidos acaparan el 33,3 y el 32,9 por ciento de los votos, respectivamente.
Por provincias, los socialistas ganan en dos de las cinco que forman la región –Albacete y Ciudad Real, con 3 y 4 representantes–, al igual que el PP, que vence en Cuenca y Guadalajara –con 3 y 4 escaños–, mientras que empatan en Toledo, donde logran entre 3 y 4 diputados cada uno.
Según el sondeo, los votantes de Izquierda Unida son los más fieles a su partido en este momento. El 84,1 por ciento de sus electores volverían a depositar su confianza en la formación, pese a su nulo resultado a la hora de plasmar esta voluntad en diputados. Después es el PP quien cuenta con los adeptos más leales, con un 79 por ciento de seguidores que volverían a elegir sus siglas si se produjeran ahora unas nuevas elecciones autonómicas cuya fecha prevista es mayo de 2019.
La tercera posición de esta lista la ocupa el PSOE, según la encuesta. Sus votantes repetirían en un 77,8 por ciento. A continuación figura Ciudadanos, que sería elegido por el 75,3 por ciento de sus seguidores. Por último quedaría un partido como Podemos, donde el destino en este momento de los que le votaron en 2015 iría en un 72,6 por ciento a la formación cuyo secretario regional es José García Molina.
¿Y qué otras opciones después de sus propias siglas escogerían los votantes de cada partido?
En el caso del PSOE, la alternativa favorita sería la abstención, en un 10 por ciento, seguida de Ciudadanos, con un 5,1 por ciento, Podemos, con un 3,7, y el PP, con un 2,3 por ciento. Respecto al PSOE, el mayor trasvase de fieles iría a Ciudadanos –un 11 por ciento–; mientras que un 8,3 se decantaría por abstenerse y el 1,5 por una alternativa extrema como la que representa el PP.
Por su parte, los electores populares prefieren a Ciudadanos, la opción favorita de quienes desertan del partido presidido en la región por María Dolores de Cospedal, en este caso un 12,7 por ciento. Los abstencionistas llegan por su parte hasta el 5,9, y un 1,5 se decide por los socialistas. En Podemos la fuga de electores se decanta por la abstención –un 11,2 por ciento–, mientras que un 9,1 se pasa al bando del PSOE y un 6,7 opta por IU.
Por último, el 6,5 por ciento de los votantes de Izquierda Unida –cuyo coordinador en Castilla-La Mancha es Juan Ramón Crespo– se postulan por la abstención antes que traicionar a sus siglas por otras distintas. Podemos sería la elección para el 6,1 por ciento y sólo un 3,2 se siente atraído por la alternativa socialista.
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