Unidad en el elogio al mensaje

La proclamación de Felipe VI sirvió ayer de ocasión para que los tres ex presidentes del Gobierno de la democracia, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, tuvieran ocasión de compartir tiempo de espera en los sillones que se les había adjudicado en la ceremonia que se celebró en el Congreso de los Diputados. En esa espera hasta la llegada de los Reyes charlaron relajadamente, mientras seguían por las pantallas habilitadas el recorrido de la comitiva real hasta la Cámara. El primero en llegar a la tribuna de invitados fue Rodríguez Zapatero; después, González; y, por último, Aznar.

Al terminar el acto solemne de proclamación, los tres coincidieron en valorar muy positivamente el discurso de Su Majestad Don Felipe VI. Cada uno colocando el acento en una parte de su mensaje, pero con un común elogio a las palabras del nuevo Rey. Felipe González destacó que había sido «muy correcto, de forma y fondo», con la precisión de que sus alusiones a la unidad territorial enlazan con su «misión institucional».

Rodríguez Zapatero, por su parte, incidió en que había sido un mensaje «directo y valiente en todos los temas fundamentales». Y, en concreto, puso en valor el hecho de que Felipe VI haya aprovechado la ocasión para subrayar la pluralidad de España, para conectar con la situación social provocada por la crisis económica, y para reivindicar el diálogo, la concordia, el entendimiento y el respeto a la diversidad.

«Sus palabras sobre cómo entiende la unidad de España confirman una visión abierta que debe favorecer un diálogo con Cataluña», dijo. El ex presidente Rodríguez Zapatero también instó a responder a la nueva etapa que se abre en la Jefatura del Estado con disposición a colaborar y a ayudar. «Don Felipe ha dicho que se siente orgulloso de los españoles, y tenemos que trabajar y colaborar para sentirnos también orgullosos de él, para que esto sirva para cambiar las cosas. Es un tiempo nuevo, razonable. Es un cambio, tranquilo, pero cambio», comentó.

Aznar, por último, valoró el discurso de Felipe VI con un «todo muy bien». Junto a él iba su esposa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

La sesión histórica que ayer vivió el Congreso de los Diputados también fue valorada por otros miembros del Gobierno actual. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, comentó que todo el proceso de sucesión ha servido para evidenciar que en España las leyes funcionan y la Constitución se cumple. «Jamás en la historia de España la sucesión en la Jefatura del Estado se había hecho con la tranquilidad de ésta, y esto es reconfortante y debe hacernos sentir contentos y orgullosos», defendió. De la ceremonia de proclamación el presidente destacó la ovación a la Reina Sofía, como muestra del reconocimiento a su trabajo y del cariño que sienten hacia ella los ciudadanos. Rajoy incidió también en que los españoles tienen motivos para sentirse muy satisfechos de lo bien que funcionan las instituciones de su país. «La normalidad absoluta y la tranquilidad total con la que se ha producido el cambio en la Jefatura del Estado demuestran que España es una gran Nación», concluyó. Por su parte, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, precisó que los guiños a Cataluña y a la pluralidad de España, que el Rey incluyó en su discurso, reflejan el «orgullo» que siente la «inmensa mayoría de los españoles» por vivir en un «país plural y diverso». «Una nación en la que todos cabemos y todos tenemos mucho que aportar para seguir creciendo», dijo. La «número dos» del Gobierno colocó también el acento en el hecho de que el nuevo Monarca incluyese muchas «ideas de futuro» en un discurso con el que se abre «un tiempo nuevo, con una Monarquía renovada». Hoy informará de la regulación del aforamiento a Don Juan Carlos tras el Consejo de Ministros.