Monarquía

El viaje de Juan Carlos I incomoda a Moncloa: «No es un asunto vital»

El Gobierno califica de «privada» la visita y esperará a ver cómo se desarrolla para calibrar su impacto

El Gobierno impone la máxima cautela ante la inminente llegada de Don Juan Carlos a España la próxima semana. En el Ejecutivo no ocultan la incomodidad que les produce el viaje, pero han optado, en esta ocasión, por un perfil bajo en su reacción, intentando rehuir el debate y trasladando toda la responsabilidad en la respuesta a Zarzuela. Fuentes gubernamentales mantienen las distancias, lo califican de un «viaje privado» en el «ámbito personal» y esperarán a ver cómo se desarrolla su estancia para calibrar el impacto de la visita para la institución. «Todo va a depender de su comportamiento», aseguran las citadas fuentes, con el recuerdo vivo en la memoria del «espectáculo» que se organizó en torno a su primera incursión en las regatas de Sanxenxo el año pasado.

Entonces, la actitud de Don Juan Carlos, con aquella frase lapidaria: «¿Explicaciones de qué?» en respuesta diferida a la petición de rendición de cuentas que se había hecho públicamente por parte del presidente del Gobierno, provocó un profundo malestar en Moncloa. Tras su visita, el Gobierno insistió en que había «perdido la oportunidad de pedir perdón» a los españoles. Ahora, sin embargo, se opta por un tono mucho más prudente y se evita siquiera reproducir el llamamiento a responder ante los ciudadanos que se ha repetido insistentemente como una forma de marcar distancias ante las informaciones «inquietantes» y «perturbadoras» –también en palabras de Pedro Sánchez– que han rodeado los negocios del que fuera Rey de España.

En Moncloa exhiben una «alineación total» y «buenas relaciones» con Zarzuela y restan trascendencia a la inminente visita. «No es un asunto vital para nosotros», despachan, dando a entender que no es un asunto sobre el que deban departir. En privado, sin embargo, en el Gobierno siguen manteniendo que Don Juan Carlos debería dar explicaciones, pero miden al detalle sus pronunciamientos públicos. Pese a los reiterados intentos de los periodistas, ayer tras el Consejo de Ministros, la portavoz gubernamental, Isabel Rodríguez, se mostró tajante. «El Gobierno no tiene nada que comentar. Se trata de una decisión personal que no nos corresponde valorar. Se refiere a su ámbito de vida privada. Son decisiones que trasladó al Rey Felipe VI. Ninguna consideración que hacer», dijo manifestado el máximo «respeto».

La relación con la Casa Real en este y otros asuntos es fluida, pero se asume que Don Juan Carlos es impredecible, tanto que, como informaran ayer varios medios de comunicación, no habría siquiera informado a la Casa Real de sus intenciones de venir a España. La reacción del ala socialista del Ejecutivo es de absoluto cierre de filas con Felipe VI para intentar levantar un corta fuegos en torno a su figura que cause el menor daño posible a la institución monárquica. Confían en que, en esta ocasión, los acontecimientos se desarrollen de manera más discreta. «Vamos a ver lo que hace cuando esté aquí», señalan fuentes gubernamentales, sin querer adelantar acontecimientos, mientras arrecian las críticas de sus socios de coalición, que ayer calificaron de «indecencia democrática» la inminente visita a Sanxenxo.

En todo lo relativo con la Casa Real, Sánchez mantiene aislado a Podemos para que no interfiera en lo que es un asunto de Estado. Se dejó al margen a los morados de la salida de Don Juan Carlos a Abu Dabi y tampoco se han compartido decisiones como la reciente formación castrense de la Princesa Leonor o la decisión de alumbrar más transparencia a la contabilidad de la Casa Real con su fiscalización por parte del Tribunal de Cuentas. En pleno contexto electoral, los socialistas no quieren que esta cuestión se instrumentalice políticamente por parte de sus socios para hacer partidismo y dañar a la institución, que de la mano de Felipe VI busca recuperar la ejemplaridad puesta en cuestión.

Coronación de Carlos III

En paralelo, Zarzuela confirmó ayer que los Reyes Felipe y Letizia asistirán a los actos de coronación de Carlos III, que tendrá lugar los próximo 5 y 6 de mayo en Londres. Así lo han confirmado fuentes de la Casa Real, tras recibir la invitación para el Rey y su esposa. Don Juan Carlos y Doña Sofía no han sido invitados. Don Juan Carlos, por su parte, sí acudirá a Londres el próximo 18 de abril, dado que tiene una cita en Buckingham con el monarca británico, con quien compartirá un almuerzo privado. Desde allí se trasladará posteriormente a Vigo, donde participará el miércoles 19 en la regata en Sanxenxo junto a la tripulación de su embarcación tradicional, Bribón, que ya le espera.