Elecciones
Votantes de Podemos e IU se pasan al PSOE
En 2015 la suma de las izquierdas representaron el 34,5% sobre el total del censo electoral, mientras que en 2016 bajaron al 31,3% y en la última estimación de voto se encuentran en el 30,7%
En 2015 la suma de las izquierdas representaron el 34,5% sobre el total del censo electoral, mientras que en 2016 bajaron al 31,3% y en la última estimación de voto se encuentran en el 30,7%.
Tanto en la izquierda como en la derecha podemos hablar de la existencia de vasos comunicantes o «pasarelas» que permiten el intercambio del voto entre PSOE y Podemos+IU y entre el PP y Cs.
En la izquierda se observa cómo desde 2015 ha ido perdiendo peso entre el electorado. En 2015 la suma de las izquierdas representaron el 34,5% sobre el total del censo electoral, mientras que en 2016 bajaron al 31,3% y en la última estimación de voto se encuentran en el 30,7%. Estos porcentajes incluyen, además, el voto a las formaciones soberanistas de izquierda no integradas en Podemos y sus confluencias; ERC, EH, BNG, GBai, etc.
Si observamos el voto de los independentistas de izquierda comprobamos que es muy estable en su agregado, situado entre 2011 y 2017 en una media del 2,5% sobre el total del censo. Sin embargo, los que han hecho mella en el PSOE son la otra izquierda, la liderada por Podemos con sus confluencias y a la que se unió IU. En 2015, la izquierda no independentista sumó el 32% del voto sobre el censo. Hay que remontarse a 2008 para encontrar un porcentaje mayor. En las generales de noviembre de 2015 la suma de Podemos e IU superó al PSOE en voto: los primeros recibieron el 16,8% y los segundos el 15,2%. Era la primera vez que el PSOE no lideraba la izquierda desde 1977.
Pero esta situación se corrigió con las elecciones de junio de 2016 en las que la izquierda no separatista sumó el 28,8% del voto. Retrocedió 3,2 puntos del censo en seis meses. Mientras que el electorado del PSOE se mantuvo bastante estable, ya que pasó de 5,545 millones de votos en 2015 a 5,443 en 2016. Podemos con sus confluencias e IU bajaron de los 6,139 millones de votos a los 5,088 millones.
El PSOE no recuperó ese voto perdido por la otra izquierda. Casualmente, la abstención se incrementó en 1,1 millones entre 2015 y 2016, pasando de 11,1 a 12.2 millones. Prácticamente todo el voto desencantado perdido por Iglesias y Garzón regresó a sus orígenes: la abstención. El escenario de 2016, sin ese millón de los más radicales de la izquierda, es similar al de la encuesta de septiembre de 2018 de LA RAZÓN. La izquierda no independentista sigue sumando por encima del 28%: 28,8% en 2016 y 28,1% hoy. En número de votantes se mantienen también estables: 10,531 millones en 2016 y 10,288 de electores en septiembre de 2018. Pero se aprecia el efecto «pasarela», es decir, el tránsito de votantes de Podemos e IU hacia el PSOE. Los socialistas han pasado del 14,9% del voto total sobre el censo de 2016 al actual del 17,8%, mientras que los morados han pasado del 13,9% de 2016 al 10,3% de hoy.
El efecto vasos comunicantes existe, pero no todo el voto que pierde Podemos e IU va al PSOE, una parte sigue marchando a la abstención.
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