Votantes del 1-O apuntillan a los Mossos

Sus testimonios evidencian un comportamiento permisivo con la votación ilegal.

El testimonio de los primeros ciudadanos que resultaron heridos el 1-O, entre los que las defensas no dudaron en incluir a cargos públicos de ERC y a vecinos de algunos de los acusados, no sólo sirvió para que el tribunal escuchara aceradas críticas a la «violenta» actuación policial. El relato de esas horas «espeluznantes» dejó también malparada la actuación de los Mossos. Y es que las escasas referencias de los testigos a la Policía autonómica, casi siempre a instancias de las acusaciones, dejaron traslucir un comportamiento permisivo con la votación ilegal.

Los Mossos «estaban allí», dijo un testigo el pasado martes en medio de un silencio espeso. Estaban «auxiliando a los heridos», apuntó otro. No golpeaban a los ciudadanos, elogió otro para contraponer su actuación a las «desproporcionadas cargas» de policías y guardias civiles. En el mejor de los casos, expusieron que los agentes autonómicos informaron de que no se podía votar, dando por cumplida su misión a partir de ese momento y limitándose a observar lo que pasaba a una prudente distancia. «Vi Mossos d’Esquadra fuera que hacían un cordón para que no entrasen más personas», aseguró en su descargo Jordina Carbó, una mujer que acudió a votar al instituto Pau Claris de Barcelona.

El tribunal pudo escuchar por boca de los propios votantes del 1-O que los mossos no solo permitieron la votación suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), sino que en algunos casos presenciaron el recuento cruzados de brazos, algo que ya denunciaron varios policías y guardias civiles en sus declaraciones en la vista oral, en la que los relatos sobre su palmaria «pasividad» resultaron abrumadores.

Eran, a tenor de los propios testimonios ciudadanos, los únicos agentes con los que empatizaban. La alcaldesa de San Esteve Sesrovires, María del Carmen Rallo, lo explicitó al contar que «cuando la Guardia Civil se fue, me identifiqué con los Mossos y estuve hablando con la Policía Local para que vinieran a ver los destrozos ( en el colegio La Robleda) y a levantar un atestado». Una actitud que contrapuso a la de los agentes del Instituto Armado, que «no dieron pie» a explicación alguna a su llegada a los colegios: «Cuando te acercabas, te apartaban».

Una versión bien distinta a la que, semanas atrás, dieron los agentes, que insistieron en que como norma general se advirtió en varias ocasiones a los ciudadanos, dispuestos a modo de «murallas humanas» frente a los centros de votación, de que estaban ahí para cumplir la orden judicial de cerrar los colegios e incautarse del material electoral.

En ese contexto resultaron tanto más llamativas las palabras del representante del Sindicato Autónomo de Policía (SAP), mayoritario entre los Mossos, respecto a que su misión fue acatar las resoluciones judiciales respetando «el principio de proporcionalidad que nos enseñan». «Los Mossos fuimos los que más colegios cerramos. No entendíamos porqué nadie nos defendía», dijo poniendo en valor la intervención de sus compañeros.

El próximo lunes, precisamente, testificarán cinco mossos más sobre la actuación de la Policía autonómica en la jornada del referéndum soberanista. A partir de esa fecha continuará el desfile de ciudadanos que participaron en la consulta y que, en su mayoría, resultaron lesionados por la actuación policial. El tribunal tiene previsto que las declaraciones de los 600 testigos propuestos por las partes concluyan el próximo día 20.