Ahorro de energía
Esta madrugada se retrasan los relojes: a las 3:00 serán las 2:00
El ahorro de energía, calculado en unos 300 millones de euros, es el motivo principal tras el cambio de hora del próximo fin de semana, pero cada vez más voces cuestionan esa medida con el argumento de que la luz que no se usa a primera hora del día se gasta por la tarde debido al atardecer más temprano.
El ahorro de energía, calculado en unos 300 millones de euros, es el motivo principal tras el cambio de hora del próximo fin de semana, pero cada vez más voces cuestionan esa medida con el argumento de que la luz que no se usa a primera hora del día se gasta por la tarde debido al atardecer más temprano.
La madrugada de este domingo se producirá el cambio de hora, cuando a las 03.00 horas se retrasarán los relojes y volverán a ser las 02.00, dando así por finalizado el horario de verano.
El cambio de hora de verano a invierno se produce el último domingo de octubre en toda Europa, de acuerdo a la Directiva Comunitaria del Cambio de Hora, que es de obligado cumplimiento con el objetivo de lograr un ahorro energético y el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital recuerda que la directiva no prevé la posibilidad de que un Estado miembro no decida aplicar el régimen de la hora de verano.
Además, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5 por ciento del total. De esa cantidad, 90 millones corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
El cambio de hora empezó a generalizarse a partir de 1974, a partir de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Si bien, desde la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión en enero de 2001, el cambio se aplica con carácter indefinido. La Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.
Según recuerda el IDAE, el cambio de hora busca el buen funcionamiento de "algunos sectores", no solo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo.
El cambio de hora se efectúa siempre el último domingo del mes de octubre en el caso del horario de invierno, cuando el reloj se retrasa una hora, y el último domingo del mes de marzo, cuando se adelanta una hora el reloj y comienza el horario de verano.
Sin embargo, el IDAE recuerda que para alcanzar el potencial de ahorro total se debe tener un comportamiento responsable y prescindir de la iluminación artificial cuando no sea necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del terciario y en industrias.
Por ejemplo, recomienda tecnologías como fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios.
En todo caso, aconseja a los ciudadanos que contribuyan al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de los equipos consumidores (iluminación, calefacción, electrodomésticos, etcétera).
De acuerdo con un estudio de la Comisión Europea, la medida tiene impactos positivos no solo sobre el ahorro energético sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio. Informa Ep.
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