Cáncer
Cómo informar al paciente y a su familia
Día internacional contra el cáncer
El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que pone el foco en la importancia de la investigación para conseguir acabar con esta enfermedad. Saber comunicarse con eficacia con el paciente y su entorno acerca de las habituales consecuencias psicológicas y sociales de un diagnóstico así, el pronóstico y el tratamiento es vital tanto para el paciente como para el médico. De la mano de Laura Calpe, la primera redactora médica especializada en copywriting de salud en España, revisamos algunas de las claves sobre cómo los profesionales pueden dar este tipo de noticias y cómo mejorar la comunicación entre el médico y las familias.
Dar una mala noticia nunca es fácil. Sin embargo, según el Código de ética y deontología “los pacientes tienen derecho a recibir información sobre su enfermedad y el médico se esforzará en dársela con delicadeza y de manera que pueda comprenderla. Respetará la decisión del paciente de no ser informado y comunicará entonces los extremos oportunos al familiar o allegado que haya designado para tal fin”.
“De acuerdo con la Sociedad Española de Oncología Médica el cáncer sumará este año que acaba 277.394 nuevos casos. 277.394 situaciones en las que un paciente y su médico se encontrarán ante una situación grave que requerirá, a nivel comunicativo, toda la delicadeza del profesional”, afirma Laura Calpe, la primera redactora médica especializada en copywriting de salud en España.
De las enfermedades mortales, el cáncer está entre las que más impactan en las personas cuando se comunica, por eso, según Calpe, para que la comunicación médico-paciente funcione, es imprescindible la transparencia, el uso de un lenguaje sencillo y la confianza.
Claves para informar al paciente y su familia de un cáncer
1.Confianza
El diálogo debe establecerse en una posición que despierte confianza en el receptor. Para lograr una comunicación fluida, la confianza hacia el médico es clave. No solo mejora la satisfacción del paciente y reduce su ansiedad, también facilita la comprensión del diagnóstico y favorece una mayor adherencia al tratamiento. En definitiva, es fundamental establecer una conexión emocional entre los protagonistas de la comunicación asistencial para fraguar una relación de confianza y de cordialidad.
La relación de confianza también se basa en establecer límites. El médico, sin querer, puede herir la sensibilidad de un paciente dándole más información de la deseada, si el paciente no ha establecido antes unos límites claros para esta comunicación.
2. Bidireccionalidad
La comunicación es un proceso en el que interviene un emisor y un receptor por lo que no solo se trata de que el médico dé o aclare un diagnóstico, un servicio o un tratamiento, sino de que sea capaz de escuchar cuáles son las necesidades, dudas y preguntas que estos generan en los pacientes y sus familias.
3. Lenguaje sencillo y adaptado.
Ante una noticia de estas características, el paciente pasa por una serie de fases por lo que la información sensible y de interés debe ser transmitida de forma clara para ser entendida. A menudo, la jerga médica puede acusar un exceso de palabras especializadas. En concreto, se estima que solo en la carrera de Medicina, se aprenden hasta 50.000 tecnicismos. El profesional o centro debe ser capaz de descodificar y hacer el mensaje inteligible para el ciudadano, independientemente de los estudios o conocimientos que estos tengan. “Si no se entiende, el objetivo de la comunicación no está cumplido ni completo. Es crucial que los profesionales adapten el lenguaje y la terminología al nivel de su interlocutor cuando dan una noticia así”, recuerda Calpe.
4.Conocer al paciente
Es responsabilidad del profesional pensar en el destinatario final de la comunicación:
qué nivel de conocimiento posee, cómo se expresa y qué miedos u objeciones necesita derribar, y que todos estos aspectos se vean reflejados en toda la comunicación. “Esto es especialmente importante en un momento en el que se da una mala noticia y el cerebro del paciente está en shock y lleno de miedos”, apunta Calpe.
5.Prudencia y empatía
Independientemente de la información que necesite el paciente, la relación que establezca con los profesionales sanitarios que le van a tratar durante el cáncer será muy importante.
Por ese motivo desarrollar la empatía con el paciente es clave. “Es vital conocer bien a quién te diriges, qué paciente tienes delante, hablar de los tratamientos que importan al paciente, apelar a cómo se siente, mostrar que te importa y le comprendes”, explica Calpe, que acumula más de 10 años de experiencia en el sector médico, investigando y desarrollando textos que comunican de manera efectiva.
Un estudio realizado en 2019, que evaluó la Experiencia del Paciente Oncológico en la sanidad privada, puso en relieve que los pacientes sitúan al mismo nivel de importancia la empatía y la profesionalidad del facultativo.
¿Por qué es importante una buena comunicación médico-paciente?
En general, la información es clave para afrontar y conocer la enfermedad. Para la experta, la buena comunicación médico-paciente sobre el cáncer, los tratamientos y la evolución es muy importante porque:
➔ La resolución de dudas y la información de calidad reducen los niveles de ansiedad y la incertidumbre del enfermo.
➔ Permite al paciente participar de manera activa en la toma de decisiones respecto a sus tratamientos, pruebas… y le ayuda a sentir que tiene cierto control sobre la enfermedad.
➔ Destierra tabúes, facilitando el desahogo emocional y el apoyo familiar.
Existen diferentes etapas psicológicas que atraviesa un paciente diagnosticado de cáncer: shock, negación, rabia, tristeza, miedo y, finalmente, la aceptación.
Estas etapas no conforman un recorrido lineal y hacia adelante, sino que en ocasiones una etapa puede prolongarse más, y en otras ocasiones, según el proceso de la enfermedad ir hacia atrás. Por ese motivo, una comunicación efectiva médico-paciente será clave para afrontar esta enfermedad.
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