
Crianza
4 rasgos que comparten las familias de empresarios exitosos en la crianza de sus hijos
La escritora estadounidense Margot E. Machol entrevistó a 70 familias que educaron a hijos que más tarde se convirtieron en adultos exitosos

La escritora estadounidense Margot E. Machol, autora del libro Criar a un empresario, entrevistó a 70 familias que educaron a hijos que más tarde se convirtieron en adultos exitosos. Su objetivo fue descubrir qué hicieron los padres para apoyar los sueños y talentos de sus hijos durante la crianza.
En un artículo publicado en CNBC, la autora explica que estas familias eran muy diversas en cuanto a raza, religión, nivel socioeconómico, estructura familiar y formación académica. No todos los jóvenes sacaban buenas calificaciones en la escuela, pero todos encontraron pasiones, intereses y comunidades donde desarrollarse.
De su investigación, Machol identificó cuatro rasgos comunes en las familias que impulsaron a sus hijos hacia el éxito emprendedor:
1. Apoyaron las pasiones de sus hijos
Los futuros líderes crecieron con pasiones que eligieron por sí mismos, aunque no siempre fueran la base de su carrera profesional. Al practicar estas actividades, ganaron autoestima, aprendieron disciplina, esfuerzo y perseverancia.
Los padres jugaron un papel clave: apoyo incondicional y confianza para que sus hijos se sintieran capaces de alcanzar lo que se propusieran.
2. Enseñaron a ver el fracaso como aprendizaje
Uno de los factores más importantes fue que no se les inculcó miedo al fracaso. Al contrario, aprendieron que perder o equivocarse era una oportunidad para mejorar.
Siguiendo la frase de la tenista Billie Jean King: “No lo llamamos fracaso, lo llamamos retroalimentación”, estos jóvenes desarrollaron la capacidad de arriesgarse, levantarse tras una caída y seguir adelante.
3. Fomentaron la autonomía y la curiosidad
Los hijos de estas familias crecieron con libertad para explorar, crear y cuestionar. No aceptaban el “así son las cosas”, sino que buscaban maneras de mejorar lo que les rodeaba.
Además, los padres les dieron herramientas para resolver problemas por sí mismos, evitando sobreprotegerlos o resolverles todo. Esto fortaleció su independencia y creatividad.
4. Inculcaron empatía y compasión
Según Machol, la mayoría de estos emprendedores fue criada con un fuerte sentido de empatía. Desde pequeños, aprendieron a preocuparse por los demás y a crear soluciones que aportaran valor real a sus comunidades.
En lugar de enfocarse únicamente en el dinero, sus padres les enseñaron que el verdadero propósito era generar productos, servicios o experiencias que transmitieran bienestar y alegría.
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