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Verano

5 verdades y 5 mitos sobre ahogamientos, atragantamientos y golpes de calor para evitar sustos este verano

Solo en 2024, 471 personas murieron por ahogamiento en espacios acuáticos en España, un 11,6 % más que el año anterior

Dos niños bañándose en una piscina larazon

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha presentado su nueva guía práctica para un verano seguro, dirigida a familias, cuidadores y profesionales. El objetivo es claro: reducir los accidentes más frecuentes entre niños durante el verano, como ahogamientos, atragantamientos y golpes de calor, muchos de los cuales pueden evitarse con información y prevención.

Más del 80 % de los ahogamientos ocurren en presencia de un adulto

Durante el verano aumentan las actividades al aire libre, las comidas familiares y el contacto con el agua. Y con ello, también crecen los riesgos. Solo en 2024, 471 personas murieron por ahogamiento en espacios acuáticos en España, un 11,6 % más que el año anterior.

Los niños menores de 4 años y los adolescentes varones son los grupos más vulnerables. Las piscinas privadas, los ríos y el mar son los principales escenarios. Además, se estima que por cada muerte por ahogamiento hay entre uno y cuatro casos no mortales que pueden dejar secuelas neurológicas.

Entre las verdades que destaca la AEP:

  • Ningún sistema de flotación sustituye a la supervisión directa. Ni manguitos ni flotadores garantizan la seguridad. Solo el chaleco salvavidas tiene eficacia demostrada, y aun así requiere la presencia constante de un adulto.

  • No existe una “cantidad segura” de agua. Un bebé puede ahogarse en apenas 2 centímetros de agua, como los de una bañera o un cubo.

  • Tirarse de cabeza en zonas de profundidad desconocida es muy peligroso.

  • La vigilancia no puede delegarse únicamente en socorristas. La responsabilidad siempre recae en los adultos a cargo.

Atragantamientos: qué alimentos y objetos evitar

La guía también aborda los atragantamientos, una de las principales causas de mortalidad en niños entre 1 y 5 años. Los alimentos más peligrosos incluyen manzanas y zanahorias crudas, frutos secos, salchichas, caramelos duros y palomitas.

Otros riesgos comunes son:

  • Juguetes con piezas pequeñas, pilas de botón o globos.

  • Jugar, correr o reírse mientras se come, una práctica frecuente pero muy arriesgada.

  • No intervenir de forma inadecuada. Meter los dedos a ciegas en la boca puede empeorar la situación.

La AEP detalla las maniobras recomendadas según la edad del niño, incluyendo los pasos para realizar la maniobra de Heimlich y cuándo iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP).

Golpe de calor: qué hacer ante una emergencia térmica

Cada verano se repiten casos de menores que sufren golpes de calor, especialmente por permanecer en vehículos cerrados al sol. En apenas 45 minutos, la temperatura dentro de un coche puede aumentar casi 20 grados, alcanzando niveles letales.

La AEP recuerda que:

  • La sombra no siempre protege. La hipertermia puede aparecer sin exposición directa al sol.

  • Los niños menores de 4 años tienen más riesgo porque su cuerpo se recalienta más rápido y su sistema de regulación térmica es inmaduro.

  • La hidratación constante y el uso de ropa ligera son medidas esenciales.

  • Las bebidas energéticas no sustituyen el agua y no están recomendadas para niños.

Ante un golpe de calor, se debe colocar al niño en un lugar fresco, quitarle ropa innecesaria, aplicar compresas frías y contactar con los servicios de emergencia si hay pérdida de conciencia.

Una guía para prevenir y actuar a tiempo

La guía ha sido elaborada por el Comité de Soporte Vital (CSV) de la AEP, un equipo multidisciplinar de pediatras especialistas en urgencias, atención primaria, neurología, neonatología y otras áreas. Su misión es formar a la población en cómo actuar de forma eficaz ante situaciones críticas que pueden salvar vidas.