
Alimentación
Adiós al mito de que los niños deben comer de todo: el consejo de un pediatra que sorprende a los padres
Desmontando mitos: por qué obligar a los niños a comer de todo puede ser un error, según el pediatra Carlos González

Uno de los grandes mitos sobre la alimentación infantil acaba de ser desmontado. Durante años, muchos padres han creído que un niño debía comer de todo para crecer sano. Sin embargo, el reconocido pediatra Carlos González afirma justo lo contrario: los niños no necesitan comer de todo, sino aprender a comer bien.
Existe una creencia muy extendida entre padres: o el niño es de los que duerme bien y come mal, o de los que come bien pero duerme mal. Incluso se dice que hay niños que no hacen ni una cosa ni la otra, y unos pocos afortunados que comen y duermen bien. La realidad es que la hora de la comida puede convertirse en una batalla diaria para muchas familias.
Carlos González: “Hay que enseñarles a comer de casi nada”
En una reciente entrevista a La Voz de Galicia, el pediatra explicó que no es necesario enseñar a los niños a comer de todo, sino a alimentarse de forma sencilla y saludable. “Las tentaciones de comer productos poco saludables son constantes. En la televisión rara vez se anuncian alimentos sanos. Muchos quieren que nuestros hijos coman de todo, incluyendo fritos, procesados y ultraprocesados”, advirtió.
González señala que la clave está en la responsabilidad de los padres: “Es obligación de los padres tener comida sana en casa. El niño tiene derecho a comer lo que quiera, pero de lo que encuentre en casa. Por eso es tan importante ofrecer opciones saludables”.
Para este experto, el principal problema no son los conservantes ni los colorantes, sino el exceso de sal y azúcar en la dieta actual, además de la falta de frutas, verduras, legumbres y fibra. Además, aclara que no basta con que un ultraprocesado sea “eco” o de “kilómetro cero”: sigue siendo poco recomendable.
Cómo ayudar a un niño a aceptar nuevos alimentos
González pone un ejemplo curioso: “Un niño que se mete papel y arena en la boca también puede comer verdura y pescado”. A partir del primer año de vida, los niños empiezan a ser más selectivos con la comida. Es normal que prefieran pasta, arroz, pollo y patatas fritas, y que rechacen verduras. Según el pediatra, esto no debe ser motivo de estrés: forzar o insistir demasiado puede tener el efecto contrario.
Su consejo es dar tiempo, no convertir la comida en una pelea diaria y permitir que el niño explore nuevos sabores a su ritmo. “Si obligas, terminará aborreciendo ciertos alimentos. Si das espacio, puede que termine aceptándolos de forma natural”, explica.
La clave para una alimentación infantil saludable no es obligar, sino educar y ofrecer opciones sanas. La realidad de cada familia es distinta, pero pequeños cambios en la rutina pueden marcar una gran diferencia en la relación de los niños con la comida.
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