
Educación
Cómo premiar a un niño sin convertirlo en un malcriado, según un psicólogo experto en crianza
Alberto Soler nos da las claves para utilizar premios de forma inteligente y evitar castigos dañinos para fomentar la autonomía, la motivación y el buen comportamiento en tus hijos

Alberto Soler, psicólogo infantil, escritor y divulgador especializado en crianza, afirma con claridad: "Educar sin premios ni castigos suena bien, pero no es realista". Con más de diez años atendiendo a niños y familias, y autor de libros como Hijos y padres felices y Niños sin etiquetas, Soler explica que cualquier gesto posterior a una conducta, ya sea una sonrisa o una mirada seria, actúa como un reforzador, ya sea positivo o negativo.
Durante una charla para Aprendemos Juntos 2030, el especialista en desarrollo infantil explicó que pretender criar sin reforzadores emocionales es tan absurdo como intentar educar sin emociones. Por ejemplo, una sonrisa ante un buen comportamiento es un premio emocional; una cara seria frente a una conducta inadecuada actúa como castigo natural. Así que el enfoque no es eliminar premios o castigos, sino utilizarlos de forma inteligente y emocionalmente consciente.
¿Cómo premiar correctamente a un niño? Claves para fomentar la motivación intrínseca
Según Soler, no todos los premios son adecuados. El principal problema es que los premios mal gestionados pueden interferir con la motivación intrínseca del niño, que es la que realmente queremos fomentar.
Tipos de motivación:
Motivación extrínseca: viene de recompensas externas como dinero o regalos.
Motivación intrínseca: nace del interés personal y la satisfacción de aprender o lograr algo por uno mismo.
El objetivo es reforzar la motivación intrínseca, porque es la que impulsa al niño a actuar de forma autónoma, aprender por placer y esforzarse sin necesidad de recompensas externas.
Reglas clave para premiar sin malcriar:
Evita abusar de los premios externos: podrían generar dependencia emocional o material.
No premies conductas ya motivadas internamente: podrías eliminar la satisfacción natural del niño por hacer algo que ya le gusta.
Castigos vs consecuencias: ¿Qué es más efectivo en la crianza infantil?
Soler advierte que los castigos tradicionales (amenazas, gritos, chantajes) no solo son ineficaces a medio y largo plazo, sino que también pueden dañar el vínculo afectivo con los hijos. En su lugar, recomienda aplicar consecuencias lógicas, que enseñen en lugar de generar miedo.
Las 4 claves de una consecuencia lógica:
Debe estar relacionada con la conducta incorrecta.
Debe ser razonable y proporcional.
El niño debe conocerla de antemano.
Debe aplicarse con respeto, sin humillar ni castigar emocionalmente.
Este enfoque promueve el aprendizaje, la responsabilidad y la cooperación, en lugar de la obediencia por miedo.
La verdadera crianza efectiva no consiste en eliminar por completo los premios o castigos, sino en usar estrategias basadas en la inteligencia emocional y la comprensión del desarrollo infantil. Reforzar la motivación interna, aplicar consecuencias lógicas y mantener el vínculo afectivo sólido son pilares fundamentales para criar hijos autónomos, responsables y emocionalmente sanos.
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