Sexo
Conecta con la esencia de tu Adolescente: descubre su talento
La adolescencia es una de las etapas seguramente más apasionantes y complejas de nuestra vida.
Una época de inseguridad con una intensidad emocional muy alta, un tiempo donde todo lo que sentimos nos llega amplificado en dolby surround, así las alegrías nos vuelven locos y los que no sale como esperamos, se pueden convertir en un auténtico drama.
La adolescencia es una de las etapas seguramente más apasionantes y complejas de nuestra vida. Tal y como explica David Serrato, profesor y ponente del próximo congreso online gratuito para padres de adolescentes, ‘estamos frente a una época donde debemos empezar a definir ya con cierta consciencia quiénes somos y qué queremos. Una época de inseguridad con una intensidad emocional muy alta, un tiempo donde todo lo que sentimos nos llega amplificado en dolby surround, así las alegrías nos vuelven locos y los que no sale como esperamos, se pueden convertir en un auténtico drama’.
La orientación de padres y educadores en esta época donde nos sentimos profundamente vulnerables y expuestos, donde no confiamos demasiado en lo que somos, es fundamental para el futuro éxito de la persona en la sociedad que nos toca vivir, donde será básico para poder triunfar y tener una vida realizada, el poner nuestros talentos al servicio de los demás.
Y llegados a este punto ¡Houston, tenemos un problema! El problema del que hablo, es que el talento de una persona es algo que se desarrolla desde la conexión con el interior, y para eso hace falta saber ir hacia uno mismo. Y queridos amigos, el sistema educativo que nos rige, no se preocupa de esta parte.
La clave para el éxito educativo y personal, la podemos encontrar en el templo de conocimiento griego de Delfos, donde aparece una inscripción: ”Nosce te ipsum...Conócete a ti mismo”. Y creo que, tras varios años de experiencia educativa, donde he podido impartir clases en primaria, ESO, universidad...Este concepto o no se toca, o se pasa muy sutilmente por encima del mismo.
Aprendemos lengua para hablar con los de fuera, mates para contar lo que hay fuera, historia para saber que pasó fuera, conocimiento del medio para ver como crece y funciona lo de fuera...Todo hacia afuera, y muy poco de qué hacer con nuestra gestión emocional o encontrar aquellos talentos dentro de nosotros que deseamos poner al servicio de la comunidad para sentir realización y que nos comemos el mundo.
Los sentimientos al fracasar en un examen, al no tener un grupo de amigos, al dejarte tu primer amor, al estar en un deporte y perder, al dar un concierto del conservatorio y sentir que no cumples las expectativas de tus padres (podría poner mil ejemplos más de esa vulnerabilidad), no se resuelven con las matemáticas o la historia, necesitan de otro tipo de conocimiento y educación.
Lo único que nos permite quizá ir un poco hacia adentro, son las “marías” donde los chicos se pueden expresar a través de la educación física, la música, las artes plásticas, el dibujo....Materias donde he observado que podrían conectar con su esencia, sus emociones y expresarlas de una manera auténtica.
Entiendo que las ciencias son necesarias, sin duda, pero lo siento, yo nunca he expresado gran emoción resolviendo una ecuación o haciendo una raíz cuadrada. Pero incluso aunque sean talentosos en estas materias”marías” no se lo valoraremos demasiado, ya que las importantes son las otras, que para ello se le dedican muchas más horas.
Después de navegar años por los sistemas educativos reglados, yo sin duda cambiaría muchas cosas, pero no es el tema que hoy nos ocupa, y como las reglas son las reglas, sacaremos todo el partido del contexto que vivimos, como diría Darwin “No sobrevive ni el más fuerte ni el más inteligente, sobrevive el que mejor se adapta” así que adaptémonos para triunfar.
Una vez que queda claro que el sistema educativo tradicional no se va a molestar demasiado en la individualidad, ya que hay definido un sistema por el que todo el mundo debe pasar te guste o no, nos damos cuenta de la enorme responsabilidad que tenemos como padres y educadores de ayudar a las próximas generaciones en entrar en su mundo interior, para condenarlos al éxito, al saber gestionar y entender sus talentos.
El siguiente problema que he observado tanto en grupos como en sesiones individuales de trabajo, es que a un adulto le cuesta mucho ayudar a los adolescentes en este campo, porque no sabe hacerlo con él o ella misma, y amigos, es muy complicado dar lo que no se tiene. Así que espero que la motivación de ayudar sea suficiente para que tú también crezcas en este ámbito de mirar hacia adentro para ser coherentes en la forma de actuar entre nuestros talentos, lo que sentimos y lo que hacemos.
A los adolescentes hay que ganárselos, y eso se puede hacer comprándolos, que suele salir caro, o dándoles tiempo de calidad y atención para que puedan ser ellos mismos, a mí personalmente, me gusta más esta última.
Antes de dejarte, deseo ofrecerte un consejo para ayudar a un adolescente: Háblale de tus cosas en contextos donde estén tranquilos y a ser posible ociosos (no hace falta profundizar demasiado en tus temas, pero si sobre cómo te hace sentir eso). Recuerda que tú eres su patrón, si tú no manifiestas lo que sientes ¿Por qué narices tendrían que hacerlo ellos? Por esto muchas veces no te escuchan, están demasiado ocupados viendo qué haces y sientes.
David Serrato es profesor y participará en el II Congreso Online totalmente gratuito Convive con un adolescente, donde aportará las claves para solucionar las cuestiones planteadas con los adolescentes: para ayudar a reconocer y desarrollar el talento.
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