Lenguaje

Gregorio Luri apela “al sentido común” en la educación de nuestros hijos

CEU talk del Colegio CEU San Pablo Sanchinarro con Gregorio Luri

Gregorio Luri apela “al sentido común” en la educación de nuestros hijos
Gregorio Luri apela “al sentido común” en la educación de nuestros hijoslarazon

Más de 200 familias se acercaron al colegio CEU San Pablo Sanchinarro para escuchar al escritor Gregorio Luri, en un nuevo CEU talkdel Colegio. En este espacio de reflexión,Gregorio Luri, Doctor en Filosofía y Licenciado en Ciencias de la Educación, habló sobre los problemas a los que se enfrentan las familias actuales a la hora de educar a sus hijos y cómo tenemos en nuestras manos recursos suficientes para vivir la experiencia de educar con tranquilidad, satisfacción y emoción.

Más de 200 familias se acercaron al colegio CEU San Pablo Sanchinarro para escuchar al escritor Gregorio Luri, en un nuevo CEU talk del Colegio. En este espacio de reflexión, Gregorio Luri, Doctor en Filosofía y Licenciado en Ciencias de la Educación, habló sobre los problemas a los que se enfrentan las familias actuales a la hora de educar a sus hijos y cómo tenemos en nuestras manos recursos suficientes para vivir la experiencia de educar con tranquilidad, satisfacción y emoción.

Considerado uno de los mayores referentes de la educación en España, Gregorio Luri se siente más cómodo llamándose "maestro de escuela”, y asegura que ante el futuro incierto que se presenta, los padres están más preocupados que nunca por sus hijos y por ello centran toda su atención en su educación.

Gregorio Luri apela, en esta situación, al “sentido común”. No hay familias perfectas y pretender gestionar la vida de nuestros hijos de forma “pluscuamperfecta”, es someterlos a una exigencia injusta y a un estrés innecesario.

Habla incluso de una “neurosis de los padres jóvenes”, y explica que ese sentido común al que apela consiste básicamente en que tengan confianza en sí mismos. “Es importante que sepan que van a tener ciertos fracasos, y que no es posible controlar todas las cosas humanas”. Afirma que “nuestros hijos tienen derecho a tener un padres tranquilos e imperfectos”, y defiende de manera sistemática la “imperfección sensata”. Respecto a la relación familia/escuela, considera que es bueno que padres y colegios traten de manera distinta lo que es complejo. “Vamos todos en la misma línea pero desde perspectivas distintas”.

“El maestro es el amante celoso de lo mejor que puede ser un alumno”

“Nuestra casa es el único lugar en el que nos quieren incondicionalmente por el mero hecho de haber llegado; en la escuela no debemos querer a nuestros alumnos como les quieren los padres. El maestro es el amante celoso de lo mejor que puede ser un alumno”. De hecho -añade- “estamos para hacer visible a nuestros alumnos lo mejor que pueden llegar a ser. Los padres somos extremadamente buenos, como nunca llegará a ser un profesor, para captar el estado de ánimo de nuestros hijos; y los profesores, por su parte, son mucho mejores para evaluar su comportamiento de forma objetiva. Podemos decir que “los maestros son los profesionales y los padres somos los aficionados”.

Según Gregorio Luri, los padres tienen que educar sin esperar a tener la respuesta exacta. “Lo importante es no dramatizar esa duda.” “Ser humano es precisamente actuar descubriendo con frecuencia que los resultados de tus acciones no eran los que habías previsto. Nos movemos en la incertidumbre, y esa es la grandeza; eso es ser humano y es lo que te permite la creatividad y la espontaneidad”, explica.

“La atención es el cociente intelectual del siglo XXI”

Estamos rodeados de muchísima información, y según Gregorio Luri para que esa información se pueda transformar en conocimiento hay que operar sobre ella, pero para operar sobre ella se necesitan dos cosas, capacidad atencional e insistencia.

Por eso asegura que la atención es el nuevo cociente intelectual. “La capacidad de una persona para moverse de manera inteligente en la sociedad de la información, va a depender de su capacidad atencional”.

Insiste en que no somos conscientes de la importancia de educar la atención. “Todos los seres humanos nacemos con una atención débil. Nos distraemos con rapidez, pero es algo que se entrena. A los hijos se les puede, y se les debe, enseñar a mantener la atención”, explica, y se puede educar con la música, las matemáticas, la oración o la lectura lenta por ejemplo.

Sabemos que todos nos distraemos pero, una persona atenta, es aquella que se da cuenta de que se ha distraído y vuelve a su objetivo de atención. “Sin atención no hay sentido común, y el sentido común es la solución para la educación”.

Carlos Ortiz Sanchidrián, director del Colegio CEU San Pablo Sanchinarro, moderó esta entrevista en torno a las necesidades reales de los padres de hoy y las expectativas y emociones de los niños del siglo XXI, y explicó que los CEU talks son espacios de puesta en común, y reflexión “de la mano de los mejores expertos en educación y profesionales de éxito en una sociedad tan competitiva como la nuestra”.

“No hay métodos tecnológicos superiores a un maestro”

Durante ese CEU talk del Colegio CEU San Pablo Sanchinarro Gregorio Luri se refirió también a las nuevas tecnologías y su papel en la educación, lamentándose de que lo moderno ha ocupado el lugar que ocupada lo bueno. “Una escuela debe perseguir lo bueno esté donde esté, y si la nueva tecnología no encaja en nuestro proyecto, no tenemos por qué ir a por ella”. Aunque reconoce que “sería absurdo no tener una relación normal con las nuevas tecnologías”, afirma que “no hay métodos tecnológicos superiores a un maestro”.

Luri se despidió con tres consejos para los padres: Intentar conseguir que las horas más relevantes del día no sean las más caóticas; el uso habitual de las palabras mágicas “que tienen efectos extraordinarios” en las relaciones personales (gracias, por favor, perdón, confío y tienes razón); y por último: más que hablar a nuestros hijos de lo que tienen que hacer, debemos enfocar su conducta desde una perspectiva familiar, o lo que es lo mismo, desde una voluntad de estilo familiar (“esto los Fernández no lo hacemos”, por ejemplo ).