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Sobrevivir a un infarto en el trabajo gracias a un desfibrilador
En 2018 aumentó el número de fallecidos en un 5,5%, marcándose así la mayor siniestralidad laboral desde el año 2011
La instalación de desfibriladores en los espacios de trabajo es clave para evitar las muertes producidas por accidentes cardíacos en el entorno laboral.
Marcos tiene 47 años y es director financiero en una empresa de 350 empleados. Fuma, es bebedor social, es decir, bebe alcohol cuando tiene comidas o cenas de trabajo y esto es bastante a menudo, al menos 3 veces por semana. Practica deporte pero menos de lo que quisiera, algún partido de baloncesto los sábados y, últimamente, come bastante mal, muchas grasas y pocas verduras. De hecho en la última década ha engordado 15 kilos. Tiene un importante estrés y muchos fines de semana tiene que seguir apagando fuegos laborales. El pasado 10 de enero comenzó a sentir mucho calor. “Acababa de leer in informe pésimo de la empresa y empecé a sudar. Pensé que era como consecuencia de las malas noticias pero, de repente, me empecé a sentir muy mareado, una sensación extrañísima con un fuerte dolor en el cuello y la mandíbula. Justo en ese momento entró una persona de mi equipo y pude decirle que me estaba mareando. Cuando me desperté estaba en el suelo rodeado de sanitarios del SAMUR”.
El testimonio de Marcos es el relato de un infarto. En su caso hubo un tiempo de reacción rapidísimo gracias a que en su empresa hay un médico y, además había un desfibrilador. La instalación de desfibriladores en los espacios de trabajo es clave para evitar las muertes producidas por accidentes cardíacos en el entorno laboral. Se incorpora cada vez de manera más intensa a la política de prevención de accidentes laborales.
Según el Informe de Siniestralidad Laboral elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo en 2018 aumentaron el número de fallecidos en un 5,5%, marcándose así la mayor siniestralidad laboral desde el año 2011. Aunque es interesante destacar que desde el 1988 los fallecidos por accidentes laborales en España han descendido hasta un 62,7%.
Del total de estas muertes producidas en el trabajo un 33% por ciento de las mismas se han producido por enfermedad cardiovascular, entre las que se encuentra la parada cardíaca. Entre las causas de fallecimiento cardiovasculares, los infartos, derrames cerebrales y otras causas naturales supone casi el doble de las muertes derivadas de los accidentes de tráfico. En cuanto a los sectores el de servicios es donde se produjo la gran mayoría, seguido de industria, construcción y el sector agrario el más seguro. Y por sexo murieron más hombre que mujeres, en concreto 602 varones frente a 50 mujeres.
La cardioprotección de espacios de trabajo se ha convertido en un elemento fundamental en las estrategias de prevención e innovación para combatir los accidentes de trabajo ya que no se debe olvidar que el 80% de las paradas cardíacas se producen en el trabajo o en el domicilio al ser los lugares donde se está la mayor parte del tiempo.
Según Nuño Azcona, Director General de B+Safe (Grupo Almas Industries), empresa líder en España en la cardioprotección de espacios “cada año se producen cientos de accidentes cardíacos en los espacios de trabajo, así que la cardioprotección permite una respuesta inmediata para intentar minimizar su impacto, lo que podría ayudar a salvar muchas vidas. Afortunadamente la cardioprotección ha llegado a nuestro entorno laboral para quedarse. Nuestras comunidades autónomas están implantando leyes que estan protegiendo los entornos laborales y esto es un gran acierto. Pero queda mucho por hacer y debemos reflexionar sobre el hecho de disponer de un desfibrilador en el puesto de trabajo significa “la diferencia entre la vida o la muerte”, ya que pueden mantener el corazón de una persona funcionando hasta que lleguen los sanitarios”.
Pero, lo más importante para evitar las muertes por infarto es prevenir los infartos y para ello es my importante:
-No fumar. Nada. No existe una medida “saludable” de tabaco. El tabaco obstruye las arterias además de ser responsable directo de varios cánceres, no solo el de pulmón
-No tener sobrepeso. La OMS ya considera la obesidad una enfermedad en sí
-Comer bien. Salvo intolerancias y alergias varias, lo ideal es comer de todo. La dieta más saludable es la mediterráea.
-Cuidar la tensión arterial así como los niveles de colesterol. El colesterol es una enfermedad silenciosa que no da síntomas. De ahí que sea importante hacerse analíticas de vez en cuando
-No llevar una vida sedentaria
-Es preferible no consumir alcohol y, si se hace, que sea de manera muy moderada
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