Teatro

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«Feelgood», el precio del poder

Fran Perea, Manuela Velasco y Jorge Bosch llevan a escena la comedia política de Alistair Beaton. Cuándo: del 2de abril al 12 de mayo. l dónde: Teatro Español. Naves del Matadero (Sala 2). Madrid. Cuánto: 22 euros. Teléfono: 91.360.14.80

Fran Perea (izda.) dirime un juego de poderes y ambición en este retrato social
Fran Perea (izda.) dirime un juego de poderes y ambición en este retrato sociallarazon

Uno de los riesgos que tiene escribir una sátira política es el de perder actualidad con el paso del tiempo, pero cuando se habla de las pasiones humanas, sobre el honor, las intrigas del poder y los tejemanejes para mantenerse en él a toda costa, la escena política se convierte en algo atemporal válido para cualquier época, régimen, circunstancia o partido político. Sólo hay que cambiar los nombres y el contexto histórico para que cobre actualidad. «Feelgood», de Alistair Beaton, apela a una de las realidades más profundas del ser humano, la relación hombre-poder. El poder como fin en sí mismo contra el poder como medio para hacer cosas por el resto de la humanidad. Presente en cualquier tipo de relación, de pareja, de trabajo, en el control de las masas o sobre las leyes y la democracia. Beaton es uno de los principales exponentes del género. Con esta obra ganó el Evening Standard a la mejor comedia en 2001 y fue nominada a un Olivier. Desde entonces, se ha estrenado con éxito en EE UU, Canadá, Alemania, Dinamarca, Austria, Portugal, Eslovenia, Finlandia y Hungría. Nacido en Glasgow, ha desarrollado su actividad profesional en teatro, radio y televisión. Ha escrito múltiples obras de gran éxito en Londres, –«King of heart» o «Follow my leader»–, además de trabajar como traductor y adaptador. Es también una voz muy conocida en la BBC Radio.

La Inglaterra de los 90

«Feelgood» se estrena en las Naves del Matadero en versión adaptada y dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer. Cuenta las horas previas a la intervención del presidente del Gobierno –fácilmente reconocible en la Inglaterra de los 90– ante el Congreso de su propio partido. Una situación rodeada de acusaciones de censura a la libertad de expresión por parte de miembros del partido y por protestas ciudadanas en las puertas del hotel donde se celebra el Congreso. La trama toma un giro inesperado al descubrirse cierto secreto que afecta al propio presidente. Según el director: «La obra de Beaton no se deja catalogar fácilmente. En ella no hay conflicto generacional, no hay problemas familiares, no hay cotidianeidad, pero se reconocen perfectamente las situaciones políticas y los personajes. Al político corrupto, al jefe de comunicación de un partido que con sus maniobras es el epicentro de todo, un joven idealista al que le cambia la percepción de alrededor, una periodista valiente ante un dilema profesional. Cada país tiene su política particular. Nosotros la hemos actualizado quitando la parte inglesa para mostrar algo que ocurre en todos los partidos o asociaciones de cualquier tipo. Siempre hay alguien que manipula. Y, aunque parece que la comedia se asocia a algo más ligero, aquí hay una trama que subyace. Ésa es la maestría del dramaturgo, mezclar comedia y fondo social, teatralidad y mensaje». Y continúa: «Él ha estado dentro y sabe de lo que habla –escribía discursos para políticos–. En muchos casos, sobre todo si es prolongado, el ejercicio del poder degenera en corrupción. Quizá sea una cuestión de educación. Hay países europeos en los que parece que no es así, que lo que vale es el trabajo bien hecho y el afán de servicio, pero también aparecen casos de políticos corruptos. Quizá sea en la política a pequeña escala, en los barrios y pequeños municipios, donde sea más fácil verla como un voluntariado altruista».

Sonar a realidad

La obra pone en evidencia las divisiones, los grupos y las rencillas dentro de un mismo partido. Para Castrillo-Ferrer es algo que «suena a realidad porque son partidos muy grandes y muchos políticos no están por los ideales, sino por el poder. No hay debate y, si lo hay, es muy secreto. En política es más lo que se oculta que lo que se ve. En Inglaterra, el mismo partido puede acabar con un líder, puede vetarlo después de haberlo elegido». Y destaca el humor de Beaton: «Utiliza el humor ácido de la sátira. Yo creo firmemente en él como la mejor forma de hacer una crítica. El teatro es un lugar especial, el espectador va a él con una coraza que hay que abrir y la mejor manera de hacerlo es el humor porque desinhibe y prepara para entrar en el corazón del espectador, es la llave».

El proyecto nació en 2010 en el Teatro Español. Alberto Castrillo-Ferrer coincidió con Fran Perea, Manuela Velasco, Jorge Bosch y Ainhoa Santamaría. Desde entonces persiguieron el deseo común de crear una compañía estable a los que se han sumado Javier Márquez y Jorge Usón, que forman el reparto. «Nos pusimos a buscar textos –dice Fran Perea– y descubrí éste por casualidad. No lo conocía, pero es tan buena su estructura, que en la primera lectura me enganchó. Es difícil encontrar una comedia así. Me reí mucho leyendo. A través de la comedia te lleva a un mensaje de fondo sin ser, en absoluto, panfletaria. Va descubriendo cómo se relaciona el ser humano y su relación con el poder. Lo que vemos puede pasar en cualquier país del mundo». Perea es Edu, «el director de comunicación del partido, asesor del presidente de una nación poderosa. Un joven inteligente y bien formado, con mucha capacidad de trabajo. Sus habilidades manipuladoras se van a poner a prueba ante la grave situación que surge. Un triunfador que conoce bien el carácter y la debilidad humana». Y concluye: «Estamos muy ilusionados con el proyecto y con la obra. Tal y como está la situación económica, es necesario encontrar nuevas vías y fórmulas de trabajo. Aunque empujados por la situación, le damos mucho valor a lo que hemos hecho. La obra merece la pena por lo que cuenta y por cómo se cuenta».

Un inglés con flema

Aunque no es muy conocido en España, ni ha sido representado, Alistair Beaton está considerado como uno de los mejores escritores satírico-políticos de Gran Bretaña. Además de la exitosa «Feelgood» es autor de comedias como «King of Heart» o la antibélica «Follow my leader», estrenadas en Londres. Su obra más reciente, «Caledonia», una historia de engaño y codicia, fue estrenada en 2010 coproducida por el Festival Internacional de Edimburgo y el Teatro Nacional de Escocia. En televisión ha trabajado como consultor para Columbia Tristar en proyectos para el mercado europeo. Es coautor de la conocida comedia para ITV, «Downwardly mobile», y en solitario de la premiada tv-movie «A very social secretary». Ha trabajado en la BBC y como escritor logró colarse en las librerías inglesas con su serie «The Little book of complete bollocks» y la sátira política «A planet for the President» (Orion, 2005).