En el minuto 89 de partido, con el PSG ya ganando al Montpellier, Tuchel decidió quitar a Mbappé del campo.

Tuchel intenta consolar a la joven estrella francesa, pero el jugador ni le mira a la cara. Tuchel le agarra, le dice cosas, mientras Mbappé se acerca al banquillo, saluda a los compañeros y ni mira a su técnico, que no para de hablar con él.

Mbappé ni caso y la única vez que mira a su entrenador es con cara de circunstancias. Que la relación entre el jugador y el entrenador no es buena no es un secreto para nadie y eso puede ayudar a que el delantero se piense su futuro. Sabe que hay muchos equipos interesados en él.