G.I. JOE, del videojuego al 3D

Los famosos guerreros que revolucionaron el videojuego hace un par de décadas regresan a la gran pantalla bajo la dirección del californiano Jon M. Chu. El creador de cintas como «Justin Bieber: Never Say Never» y «The Legion of Extraordinary Dancers» reedita el cómic de los 50 en 3D. «Me crié viendo G.I. JOE y me pareció que podríamos atraer a varias generaciones con una película que combinara acción y que fuera para ver en familia. Mi versión sería la que todo fan suyo querría ver», aseguró. «Además, el 3D nos permite un acercamiento aún mayor con el público», añade. La película recorre el globo casi de punta a punta, «desde Tokio hasta Pakistán pasando por el Himalaya y con esta técnica podemos involucrar aún más al espectador. Puede, además, sentir la acción como si estuvieran allí. Los puñetazos de Dwayne Johnson parecen más poderosos. Uno no ve simplemente a Storm Shadow blandiendo la espada, sino que tiene la sensación de tener que agacharse para esquivarla», comenta.

Alrededor del mundo

Durante 72 días los productores de esta segunda entrega rodaron en distintos puntos del planeta. Empezaron en las afueras de Baton Rouge, en un inmenso arenal artificial que simulaba los desiertos de Pakistán. Con la humedad y un calor de más de 40 grados la experiencia unió al equipo técnico y a los actores. Así lo explica: «Empezar el rodaje en ese arenal hizo que todo el mundo tuviera inmediatamente una mentalidad de guerra, de estrar en la trinchera. Estábamos siendo sitiados», recuerda Chu. «La temperatura y la humedad eran extremas, lo sufríamos todos, y eso tiene un punto divertido. Sobrevivimos juntos al desierto, y la experiencia nos unió y dio fuerza».

En «G.I. JOE: la venganza», Chu quiso poner el acento en la humanización de los personajes «para huir de la tradicional cinta de superhéroes en donde la ficción es el principal exponente. «Buscamos un argumento más sólido y más humano para que se vieran los personajes como individuos. No queríamos llegar a la ciencia-ficción, sino tratar conflictos internos; una vez que tuvimos eso claro sólo nos faltó añadir la escena militar, que no podía faltar porque es un clásico», manifestó el director.

Sin duda que a Chu le alentó la taquilla que hizo la primera entrega, estrenada en 2009 y que tuvo una recaudación de cerca de 300 millones de dólares en todo el mundo. Había que seleccionar a los personajes, pero, ¿cómo?: «La tarea resultó complicada porque en el universo JOE hay protagonistas que no pueden faltar como Lady Jaye; a cada uno le dimos su espacio, y el resultado que creo que hemos conseguido es una película francamente divertida», asegura. En cuanto al nuevo reparto, se decidió por apostar por los puños y músculos de Dwayne Johnson quien, además, comparte cartel con Bruce Willis en esta nueva entrega. «Sólo se me ocurre una persona en todo el mundo capaz de encarnar a este personaje principal: Dwayne Johnson», dice Chu. «Aparte del hecho evidente de su físico, comprende lo que significa ser un soldado y un jefe. Aportó honor y humanidad al papel». Chu continúa: «Dwayne es esencialmente un G.I. JOE, y eso es algo que ni se puede fingir ni se lee en el guión. Es algo que está impreso en su ADN. Cuando uno piensa en alguien que parezca un soldado de juguete viviente, se le viene Dwayne a la mente. Es como un muñeco articulado de verdad. Cada vez que le miro en el plató pienso: "¡Ése es La Roca!"Su brazo es literalmente tan grande como mi cintura», añade mientras ríe a carcajadas. Como cualquier chico de su edad, Dwayne Johnson dice recordar en su niñez cómo pasaba su tiempo libre enganchado al videojuego. Era tan aficionado a G.I.JOE, que obligó a su padre a que le comprase la colección de guerreros en juguetes. Ahora ha podido hacer realidad su sueño.

El detalle

WILLIS, UN TIPO DURO

En sólo quince meses Bruce Willis ha rodado cinco cintas, a saber, «Los mercenarios 2», «Looper», «Fuego con fuego», «La Jungla 5». Ahora es el general Joseph Colto (en la imagen) en la nueva entrega de G.I.JOE. Y es que no para.