
Infraestructuras
Así es el sorprendente paseo que recorrerá 13 kilómetros del litoral gallego
Con más de 5 millones de inversión, la senda peatonal y ciclista unirá Vigo con Nigrán integrando zonas verdes, áreas de descanso y tecnología inteligente

Imagina un sendero que serpentea junto al mar, donde cada paso se acompasa con el vaivén de las olas y el aire huele a salitre y a bosque. Un camino en el que el bullicio de la ciudad se difumina y apenas queda el sonido de la bicicleta o el de los pasos tranquilos de quien se regala una pausa.
Ese camino está a punto de hacerse realidad. La Xunta de Galicia acaba de aprobar el trazado de una nueva senda peatonal y ciclista que recorrerá más de 13 kilómetros del litoral gallego, uniendo Vigo con Nigrán a través de la PO-325. Y lo hará con una inversión superior a los cinco millones de euros.
Así lo ha anunciado hoy el presidente autonómico, Alfonso Rueda, que visitó hoy el municipio de Nigrán para presentar este ambicioso proyecto que transformará la movilidad en uno de los tramos costeros más transitados y turísticos de Galicia.
El proyecto, tal y como ha explicado el titular del Ejecutivo autonómico, busca fomentar una movilidad segura, saludable y respetuosa con el entorno, promoviendo el uso de la bicicleta y el tránsito peatonal frente al vehículo privado.
“Es una obra que demanda la gente y que permite fomentar la vida saludable y promover municipios más amables que piensen en las personas y no solo en los coches”, destacó Rueda durante el acto, en el que estuvo acompañado por la conselleira de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, María Martínez Allegue.
Ancho de tres metros
La actuación, cuyo inicio de obras se prevé para finales de este año, incluirá la ampliación y mejora del trazado ya existente, con una sección tipo de tres metros de ancho. En los puntos donde no se disponga del suficiente espacio, se habilitarán áreas de descanso para garantizar la seguridad y comodidad de los usuarios.
La senda estará equipada con zonas verdes, bancos, papeleras y espacios para aparcar bicicletas, creando un corredor natural y urbano que conectará núcleos de población, playas y enclaves turísticos.
Rueda subrayó que la senda está pensada tanto para los residentes como para el creciente número de turistas que cada año eligen este tramo de la costa gallega para disfrutar de sus paisajes, playas y oferta cultural. “Por esta zona pasa el Camino Portugués de la Costa, que está teniendo un auge espectacular, y también hay que pensar en los peregrinos que transiten por aquí”, señaló.
El nuevo itinerario conectará entornos urbanos y rurales, facilitando desplazamientos cotidianos y de ocio entre Vigo, Nigrán y Baiona.
Para fomentar la intermodalidad, se habilitarán tres áreas de transferencia entre vehículo y bicicleta, incentivando el uso combinado del coche y la bici en trayectos más largos. Además, se construirá un aparcamiento específico en el punto kilométrico 12+540, con el fin de descongestionar el tráfico en las zonas más saturadas del litoral.
Apuesta por la movilidad sostenible
El proyecto forma parte del Plan de Sendas de Galicia, una estrategia autonómica que ya ha permitido habilitar más de 300 kilómetros de itinerarios para peatones y ciclistas en todo el territorio. Rueda avanzó que la Xunta destinará otros 70 millones de euros hasta 2027 para construir 120 nuevos kilómetros de sendas seguras y sostenibles.
“La movilidad del futuro pasa por espacios donde peatones y ciclistas tengan prioridad, donde se pueda convivir de forma segura, y donde se respete el medio ambiente”, subrayó el presidente.
Una carretera inteligente
Pero la actuación va más allá del simple acondicionamiento físico del trazado. Rueda anunció también que la PO-325 será convertida en una “carretera inteligente”, una vía pionera en Galicia que aprovechará las nuevas tecnologías para reforzar la seguridad vial.
Gracias a la colaboración con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), se instalarán sistemas que permitirán obtener información en tiempo real sobre las condiciones de la vía.
Los vehículos equipados con tecnología V2X podrán recibir alertas ante la presencia de peatones, ciclistas, inclemencias meteorológicas, accidentes o retenciones. Ocho puntos del trazado contarán con sistemas de detección por vídeo para vigilar y anticipar interacciones potencialmente peligrosas entre vehículos y usuarios vulnerables.
“Estamos combinando infraestructuras amables con tecnología punta. Galicia puede y debe liderar una movilidad del siglo XXI que ponga a las personas en el centro”, concluyó Rueda.
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