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Así es la vaca gallega que fascina a Supermán
La Rubia lleva siglos alcanzando mercados de todo el mundo: ya en el XIX, su carne abastecía a Inglaterra desde los puertos de Vigo o A Coruña
Ni la kryptonita ni Lex Luthor: lo que de verdad ha cautivado al mismísimo Supermán es una vaca gallega. El actor británico Henry Cavill, conocido por su papel como el Hombre de Acero en las películas de DC Comics, sorprendía la semana pasada al visitar Galicia y mostrar un inesperado interés por el mundo ganadero. Pero no por cualquier vaca, sino por una muy concreta, la Rubia Gallega, una raza con historia que, con el paso del tiempo y de los siglos se ha convertido en un símbolo de potencia y de sabor.
Su estancia en tierras gallegas incluyó una visita a explotaciones ganaderas donde pudo conocer de cerca a esta joya bovina. Cavill observó su carne, sí, famosa en medio mundo por su sabor y jugosidad, pero también descubrió su crianza tradicional. Una aventura que podría traducirse en la compra de varios ejemplares para su finca privada.
La Rubia Gallega es más que un animal de producción; es el reflejo de un modo de vida. No en vano, desde hace siglos forma parte del paisaje rural gallego, y todavía hoy se cría en pequeñas explotaciones familiares donde el respeto por los ritmos de la naturaleza marca su día a día.
En los prados de Lugo -provincia donde se concentra el 75 % del censo-, estas vacas se alimentan a base de pasto fresco, lo que repercute directamente en la calidad organoléptica de su carne: tierna, sabrosa, marmoleada y con una textura que se deshace en la boca.
La genética de la raza y las condiciones en las que se cría hacen que su carne esté protegida por el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Gallega, una distinción que garantiza al consumidor su origen, trazabilidad y excelencia. Pero no se valora sólo su carne: los expertos aprecian también su aptitud mixta, que la convierte en productora de leche de alta calidad, base para muchos productos lácteos gallegos.
El interés de Cavill no es tan extraño si se piensa que esta raza lleva siglos alcanzando mercados de todo el mundo: ya en el siglo XIX, su carne cruzaba el mar para abastecer a Inglaterra desde los puertos de Vigo, Carril o A Coruña. Antes de que existieran las cámaras de cine, la Rubia Gallega ya protagonizaba historias de éxito a nivel internacional.
Músculo, historia y carácter gallego
La morfología de la Rubia Gallega no deja indiferente. Se trata de animales bien proporcionados, con tórax profundo, dorso musculado y patas firmes. Los ejemplares alcanzan los 700 kilos de peso, y los bueyes superan fácilmente la tonelada. Su pelaje —entre el trigueño claro y el rojizo intenso— y sus mucosas sonrosadas le otorgan una apariencia tan distintiva como reconocible.
Pero no todo es físico. Su carácter dócil y manso la hace ideal para el sistema de producción tradicional gallego, basado en la convivencia con el entorno. De hecho, su rusticidad la convierte en una raza adaptable, capaz de prosperar tanto en montañas medias como en valles húmedos. Una vaca fuerte, noble y resistente. Casi un superhéroe con cuernos.
Un idilio inesperado
El actor británico lleva años mostrando en redes su faceta más natural: amante de los animales, de la tranquilidad rural y de los trabajos manuales. En Galicia, Cavill ha encontrado una historia ganadera con alma.
Si finalmente adquiere ejemplares, estará llevándose algo más que un buen puñado de kilos de una de las mejores carnes del mundo: conquistará un pedazo de la historia rural gallega, esa misma que moldeó la economía familiar durante generaciones. Mientras tanto, Galicia mantendrá una de esas sonrisas tan autóctonas; una especie de mueca que parece querer decir algo así como que, a fin de cuentas, no todos los días una vaca enamora a un superhéroe. Y menos aún si es gallega y es rubia.