Galicia despedirá abril con un tiempo típicamente primaveral, dominado por las altas presiones que mantienen el cielo despejado y las temperaturas en ascenso. Con todo, esta situación comenzará a cambiar a partir del miércoles, cuando se prevé la llegada de un frente que traerá lluvias y cierta inestabilidad para darle la bienvenida al mes de mayo.

Este lunes, la comunidad se mantiene bajo la influencia de un anticiclón situado en el centro de Europa, lo que asegura una jornada de tiempo seco y muy agradable. El cielo permanecerá poco nublado o totalmente despejado, con una ligera presencia de nubes altas que no impedirán el paso del sol. Las temperaturas suben de manera notable, sobre todo en el norte, y los vientos, de componente sur, serán suaves en general, excepto en el litoral de Ferrol a Ortegal, donde por la tarde pueden registrarse algunas rachas moderadas.

El martes continuará el buen tiempo, aunque comenzará a notarse un cambio en la atmósfera. Galicia quedará situada entre un sistema de altas presiones en las Islas Británicas y un centro de bajas presiones al oeste. Esto mantendrá el calor, con máximas propias del verano en muchas zonas. Aun así, no se descarta la aparición de algún chubasco aislado durante la tarde, aunque, en general, será una jornada seca.

El miércoles llegará el giro en el tiempo. La entrada de aire frío en altura y la aproximación de un frente, ligada a una borrasca ubicada al oeste de Lisboa, marcarán la jornada. Por la mañana, las nubes serán más abundantes en el sur, y con el avance de las horas las lluvias irán extendiéndose hacia el norte. Estas precipitaciones podrán ser localmente tormentosas y, previsiblemente, comenzarán a remitir a partir de la medianoche. Las temperaturas experimentarán un descenso moderado, sobre todo en el sur de la región. El viento, aún flojo de componente sur, podrá intensificarse localmente con rachas fuertes asociadas a alguna tormenta.

De cara a los siguientes días de la semana, Galicia quedará bajo la influencia de un centro de bajas presiones al oeste de la Península Ibérica, por lo que la probabilidad de lluvias seguirá siendo elevada y no se descarta que vengan acompañadas de tormentas.