Fiestas populares

Las hordas vikingas planean una nueva invasión sobre Galicia

La Romería Vikinga de Catoira (Pontevedra) arranca este fin de semana y vivirá su momento culminante con el desembarco que asolará la villa en unos días

Una de las naves en el desembarco.
Una de las naves en el desembarco. Concello de Catoira

En la costa atlántica de Galicia, donde el río Ulla se encuentra con el mar, la pequeña localidad de Catoira (Pontevedra) se convierte en el escenario de una de las festividades más singulares de España: la Romería Vikinga de Catoira.

Este evento, que combina historia, cultura y entretenimiento, atrae a miles de visitantes cada año, ansiosos por revivir las incursiones vikingas que marcaron la historia de nuestra tierra hace más de mil años.

No en vano, la Romería Vikinga hunde sus raíces en el siglo IX, cuando este pueblo, conocido por su destreza naval, comenzó a saquear las costas europeas, incluyendo Galicia. Las Torres del Oeste, una fortaleza situada en Catoira, desempeñaron un papel crucial en la defensa de la región contra los invasores nórdicos. Para conmemorar y celebrar esta rica herencia histórica, la romería fue instaurada en 1960.

Desde entonces, los habitantes de Catoira se transforman en guerreros vikingos para representar el ataque a la villa.

La fiesta comienza por la mañana con actuaciones por las calles de Catoira y en el lugar de celebración, las mencionadas Torres del Oeste, un conjunto fortificado del siglo IX -uno de los legados arqueológicos e históricos más importantes de Galicia que durante siglos resistió el ataque de ejércitos-, que conserva restos de dos torres y una ermita dedicada al Apóstol Santiago.

Aquí se instala un mercadillo medieval y, a mediodía, se obsequia a los romeros con mejillones y vino del Ulla.

El desembarco

Más tarde, llega el plato fuerte de los festejos: el desembarco.

Esta dramatización incluye la llegada de varias réplicas de drakkars (barcos vikingos) a las orillas del río Ulla, tripuladas por participantes vestidos con trajes tradicionales vikingos. Con gritos de batalla y espadas en alto, los ‘vikingos’ desembarcan, enfrentándose a los defensores gallegos en una animada representación que captura la imaginación de todos los presentes.

Los habitantes de la villa intentan resistir y es entonces cuando se produce una batalla simulada, donde los participantes acaban completamente empapados de vino.

Las embarcaciones vikingas que se utilizan en el desembarco -el drakkar ‘Torres de Oeste’ y el ‘Frederikssund’- son el resultado de los contactos establecidos con los países nórdicos.

El desembarco.
El desembarco. Concello de Catoira

El primero fue construido en 1993 después de que un grupo de expertos artesanos catoirenses viajasen a Dinamarca para estudiar los métodos vikingos de construcción de barcos de ribera y se decidiera hacer una copia del Skuldelev 5, encontrado en el fiorde de Roskilde (Dinamarca).

El drakkar ‘Frederikssund’ es una adaptación del Gokstad, un barco vikingo encontrado en Noruega, y que combina también diseños decorativos inspirados en la hermosa nave Oseberg.

En 2019 se construye una nueva nave con el fin de dar respuesta a la creciente demanda de las personas que cada año desean participar en el asalto a la fortaleza, al tiempo que se de la mayor espectacularidad al evento. Esta última embarcación se llama Ardglass-Catoira, en homenaje a la asociación Ardglass Vikings, de Irlanda del Norte, con la que Catoira tiene estrechos vínculos.

El festín

Tras la lucha, todos los asistentes disfrutan de una comida de confraternización, amenizada con el sonido de gaitas y con productos de la tierra como pulpo, sardinas asadas, empanadas... La diversión continúa hasta la noche, con la verbena popular que se organiza y se completa con otras actividades como un pregón literario o la escenificación de una obra de teatro.

El programa

Este año la programación incluye más cambios y nuevas actividades, tales como la celebración de nuevos eventos deportivos organizados para la ocasión, exposiciones y otras iniciativas culturales que se extiende desde este fin de semana y hasta el 5 de agosto.

Entre los actos centrales habrá piezas de teatro para dar a conocer la vida y el contexto de la llegada vikinga, bajo el nombre de ‘Vikingdrama’. Habrá tres pases de la pieza dramática, el miércoles 31 de julio, el jueves 1 y viernes 2 de agosto en el espacio de las Torres.

El día fuerte, el domingo 4 de agosto, tendrá lugar el ansiado desembarco. La mañana comenzará con la actuación de los grupos folclóricos (10h) y el espectáculo de Troula (11.45h), para después a las 13 horas –aproximadamente- asistir al desembarco. Este, como es habitual, está organizado con la colaboración del Ateneo Vikingo, y representará la invasión de las tierras gallegas por parte de tres drakkar con 60 vikingos y vikingas saltando al agua. Habrá una representación de una batalla en la que participarán otros 100 guerreros, guerreras locales en tierra.

Asimismo, la programación infantil incluye este año la denominada ‘Vikinguinha’, que comenzará con actividades este martes 30 de julio hasta su día grande el lunes 5 de agosto, con el anunciado desembarco infantil, juegos y música.