Fiestas populares
Humor, tradición marinera y desparrame: así es el icónica fiesta de la Dorna de Ribeira
La fiesta que reunió en su primer año a unas pocas docenas de vecinos es hoy punto de encuentro y diversión para miles de personas
Cada 24 de julio, la localidad de Ribeira se convierte en un escenario de humor, sátira y espíritu marinero con la celebración de la Festa da Dorna, una cita que desde 2005 ostenta el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico de Galicia.
Lo que nació en 1948 como una broma entre amigos se ha convertido en uno de los eventos más esperados del verano gallego, capaz de reunir a miles de personas que participan con entusiasmo en sus actividades.
Todo comenzó cuando un grupo de jóvenes, con mucho sentido del humor, respondió con ingenio a una rifa organizada por la Comandancia de Marina de Vilagarcía de Arousa, que sorteaba una embarcación tipo dorna con motivo de las fiestas del Carmen. Afirmaron, en tono de burla, haber ganado la embarcación y convocaron al vecindario a su botadura.
Lo que apareció fue una maqueta de 50 centímetros, una botella de agua destilada y un pequeño tocadiscos. Así nació la dorna "Virgen del Carmen" y, con ella, una celebración que no ha dejado de crecer desde entonces.
Hoy, de la mano de la asociación cultural Real e Ilustre Cofradía da Dorna, esta fiesta cuenta con una programación cargada de creatividad, ironía y crítica social.
Las peñas dorneiras (grupos de amigos que preparan durante meses sus actuaciones) son el alma de la celebración, encargadas de ofrecer espectáculos tan surrealistas como la Rejata de Embarcasións Feitas á Machada e Propulsión a Pan de Millo. En esta competición, las peñas construyen a mano embarcaciones imposibles que deben surcar las aguas de la playa de Coroso, impulsadas únicamente por ingenio... y maíz.
Esa misma jornada, el 24 de julio, por la tarde tiene lugar otro de los momentos más esperados, conocido como el “Top Secret”. En él se desvela el personaje o tema del año que marcará el desfile satírico por las calles de Ribeira. Entre 6.000 y 7.000 personas se suman a esta procesión festiva que culmina en el Paseo do Malecón con un gran concierto de clausura.
El “Caderno de Bitácora”, un programa de mano redactado en gallego con las particularidades fonéticas de la zona (como la gheada o el seseo), recoge con ironía y retranca los actos, críticas y reflexiones de la fiesta.
La fiesta aúna la herencia marinera con una juventud inquieta que, desde finales de los años 80, amplió la celebración de un solo día a casi una semana de convivencia, diversión y juegos tanto en tierra como en el mar.
Competiciones de carrilanas, sardiñadas, queimada popular, pasacalles y conciertos componen un programa donde reina la alegría desbordada y el lema no escrito de “hasta que el cuerpo aguante”.
La embarcación que da nombre a la fiesta, la dorna, ha sido durante siglos símbolo de subsistencia para muchas familias de Ribeira. Aunque hoy su uso en la pesca ha disminuido, sigue muy viva gracias a asociaciones que la promueven como emblema cultural y deportivo.
Se trata de una barca de proa afilada y popa elevada, cuyo origen se atribuye a vikingos, fenicios o normandos.