El caso que conmocionó a la localidad lucense de Sarria en 2023 ha quedado archivado de manera provisional tras la resolución de la jueza encargada de la instrucción. La denuncia interpuesta por una mujer de 30 años, quien afirmó haber sido víctima de una violación grupal en el baño de un pub, no pudo ser respaldada por las pruebas obtenidas durante la investigación.

Según el auto del tribunal, "no está debidamente justificada la perpetración del delito" denunciado. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del local no muestran que los acusados coincidieran con la denunciante en el baño, mientras que los análisis toxicológicos y de ADN tampoco revelaron indicios de agresión sexual ni de sumisión química.

La denuncia, presentada en septiembre de 2023 tras acudir al hospital Lucus Augusti de Lugo, llevó a la detención de tres hombres en octubre y de un cuarto en noviembre. En ese momento, se decretó prisión preventiva para dos de ellos, quienes fueron liberados quince días después al no hallarse pruebas suficientes. También se establecieron medidas de alejamiento para los cuatro investigados.

En las primeras etapas de la investigación, se barajó la posibilidad de que dos hombres hubieran agredido a la mujer mientras un tercero grababa la escena, pero la jueza subraya que las "múltiples declaraciones testificales practicadas en esta fase de instrucción no han arrojado luz sobre los hechos". El informe del servicio de criminalística concluyó que no había restos biológicos ni indicios que avalaran la versión de la denunciante.

La decisión de archivo, fechada el 29 de noviembre, deja abierta la puerta a recursos de apelación. Por su parte, los abogados de los investigados han anunciado que valorarán la posibilidad de solicitar indemnizaciones por daños y perjuicios tras un caso que consideraron marcado por "graves deficiencias probatorias".