Turismo

Un pueblecito de Galicia en el que la almeja es culto

Pegado a la isla de Cortegada, Carril destaca por su ría, sus parques de cultivo y por una Fiesta de la Almeja que enamora a todos sus visitantes

Puerto de Carril.
Puerto de Carril.Wikipedia

Perderse por el litoral gallego siempre es una oportunidad para comprender la infinitud del mar condesado entre esos pequeños golfos que entran y salen de la tierra configurando nuestras rías. Puntos de ingreso del agua en cada costa que saltean el mapa de Galicia, de arriba abajo, como en Arousa, donde Cambados y Vilagarcía miran de frente desde Pontevedra a Boiro, Rianxo y A Pobra do Caramiñal, ya en A Coruña. Y en el medio, como una especie de intermediario entre dos mares, la Illa de Arousa.

En todos estos municipios el mar esconde secretos bien guardados, como el puerto marinero de Santiago de Carril, en Vilagarcía, que configura una población conocida por el cultivo del marisco, en concreto de la almeja, que ha dado lugar a una de las fiestas gastronómicas más populares de la Comunidad.

Carril se fundó como villa a comienzos del siglo XVI y en 1512 ya tenía puerto; uno de los puertos más importantes de Galicia hacia 1750. Para comprender su peso en esa época basta un dato: en 1814 fue autorizado para embarque y desembarque con América.

Su cercanía con Santiago provocó que durante muchos años esta dársena fuese considerada como el puerto de la capital gallega. Una relación reforzada por el ferrocarril cuando, el 15 de septiembre de 1873 se inauguraba el primer tramo ferroviario de Galicia uniendo las localidades de Carril y Conxo (hoy ya Santiago).

Pero más allá del tren y de la historia, si algo se respira en Carril es cultura marinera. En un entorno único, frente a otra isla, la de Cortegada, se suman siglos de tradición, de quehaceres y relatos vinculados con eses mar que hoy, sin ir más lejos, da trabajo a 650 familias en el pueblo, empleadas todas ellas en los parques de cultivo de la almeja.

Un parquista trabajando.
Un parquista trabajando. parquistasdecarril

Los ‘parquistas’ -así se les conoce a los trabajadores de los parques de cultivo- cuidan allí de la mejor selección de semillas que deriva en una almeja única, beneficiada en su crianza por la confluencia del río Ulla con el agua del mar, que propicia un ecosistema muy rico para alimentación de estos bivalvos.

Porque, huelga decirlo, Carril no se entendería sin su almeja, por derecho propio el habitante más celebre de la antigua villa. La ría, ahí en Arousa, ofrece infinitud de bateas, esas construcciones que salpican el agua y en las que crece el mejillón; o alumbra, también, berberechos y navajas.

Fiesta de la almeja

Pero nada que ver con la almeja de Carril, la almeja fina o Ruditapes decussatus, de mayor calidad y sabor y, también, con un mayor instinto de supervivencia: es la que más tiempo aguanta viva fuera del agua, lo que favorece su comercialización disparando su valor en el mercado.

Una fama que se extiende más allá de Galicia y que ha derivado en una de las fiestas gastronómicas por excelencia. Desde 1991, a finales de agosto -en concreto, el domingo siguiente al 16 de agosto, festividad de San Roque, patrón de Vilagarcía de Arousa- Carril se engalana para celebrar su Fiesta de la Almeja.

 

Más allá del deleite gastronómico, los aficionados a la cocina tienen aquí la oportunidad de participar en un concurso en el que se premian las mejores recetas con la almeja como ingrediente principal. Una prueba en la que se entregan las Almejas de Oro, de Plata y los galardones al ‘parquista’ más joven y al ‘parquista’ de honor.

Durante un fin de semana puede degustarse la almeja criada en los arenales de Carril en las más variadas preparaciones, pero especialmente a la marinera y acompañada de vino albariño.

Fiesta de la almeja.
Fiesta de la almeja. Cultura de Galicia

La fiesta se celebra en la Alameda, junto a la lonja y con vistas a la isla de Cortegada -que se puede visitar aprovechando el viaje-, integrada en el Parque Nacional das Illas Atlánticas.

Una almeja que ofrece, también, otro tipo de planes, como los talleres de marisqueo en grupo, puestos en marcha por la Asociación de Mariscadoras Amarcarril.

Desarrollados en diversos parques de cultivo, estos talleres muestran, de una manera práctica y directa, las distintas labores del marisqueo: extracción de ejemplares, las artes y su manejo, la gestión de tallas, las especies, depredadores y demás labores técnicas empleadas en la fase de cultivo y extracción de los mariscos.