Tribunales

Sito Miñanco estrena estatus penitenciario a las puertas de su último juicio

El régimen de tercer grado le permite salir del centro penitenciario de lunes a viernes para trabajar, aunque tiene la obligación de pernoctar en las instalaciones

Imagen de archivo de un juicio a Sito Miñanco.
Imagen de archivo de un juicio a Sito Miñanco. Europa Press

José Ramón Prado Bugallo, conocido en los círculos mediáticos y criminales como Sito Miñanco, ha sido beneficiado con el régimen de tercer grado penitenciario, mientras espera el juicio relacionado con la denominada "Operación Mito".

Este cambio en su situación fue autorizado por el juez de vigilancia penitenciaria y ha permitido que el cambadés cumpla su pena en el Centro de Inserción Social (CIS) de Segovia, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.

El régimen de tercer grado permite a Miñanco salir del centro penitenciario de lunes a viernes para trabajar, aunque tiene la obligación de pernoctar en las instalaciones. Los fines de semana goza de una mayor libertad, pudiendo ausentarse desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la tarde, lo que marca un cambio significativo en su día a día.

El juicio por la "Operación Mito"

Miñanco se encuentra en la cuenta regresiva para su nueva cita judicial en la Audiencia Nacional (AN), programada para el 18 de noviembre. Se trata de la tercera vez que se enfrenta a la justicia en este tribunal.

En esta ocasión, comparte banquillo con otras figuras relevantes, como Gonzalo Boye, abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, quien está acusado de un presunto delito de blanqueo de capitales, además de otras 46 personas físicas y cinco entidades jurídicas.

El juicio se prolongará hasta el 30 de enero de 2025 y se prevé que se realicen hasta 20 sesiones en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.

La "Operación Mito" se centra en una red delictiva supuestamente dirigida por Miñanco. Según las investigaciones, esta organización intentó introducir más de 4.000 kilos de cocaína en España en dos operaciones fallidas, que fueron frustradas por los agentes que seguían sus movimientos desde 2016.

La jueza del caso describe a esta red como una estructura dedicada principalmente a la importación y distribución de estupefacientes, con un énfasis especial en la cocaína, y al blanqueo de capitales.

Las tácticas empleadas por esta red criminal eran variadas y sofisticadas. Algunos miembros se dedicaban exclusivamente a manejar dinero en efectivo no declarado. Otros justificaban la entrada de fondos en sus cuentas mediante falsos préstamos entre familiares.

Un tercer implicado utilizaba una empresa de seguridad para emitir facturas fraudulentas, proporcionando así una apariencia de legalidad a las operaciones de blanqueo.