Gastronomía

Grandes de España: Aduriz, el chef inclasificable

Mugaritz es I+D, espectáculo en la sala, complicidad, placer y ganas de sorprender y de agradar

El chef Andoni Luis Aduriz.
El chef Andoni Luis Aduriz.Javi ColmeneroAgencia EFE

No son pocos los ingenios gastronómicos que llegaron a los fogones por una enemistad manifiesta con los estudios. Es el caso de Andoni Luis Aduriz (Donostia, 1971), tan "paquete" en lo académico que su madre le animó a estudiar cocina porque allí, seguro, nunca le faltaría comida. Y menudo acierto. Recaló en la escuela de Elería y ya seducido hasta la médula por la efervescencia de la Nueva Cocina Vasca, llegó a ElBulli, y de la mano de Adriá descubrió un sendero de posibilidades infinitas. Allí supo que, con talento y suerte, todo es posible.

En 1998, con 27 años, aborda en solitario el proyecto de Mugaritz, un lugar para salirse del guion y de los márgenes, reflexionar sobre la cocina, escaparse de los límites y de los lugares comunes. Cierra durante cuatro meses al año solo para consagrarse al proceso creativo. Una genialidad, la de este tipo afable y muy divertido, que le ha valido dos estrellas Michelin y un lugar de honor en todos los rankings y listados. Quinto mejor chef del mundo según The Best Chef Awards, está en la posición 76 del emergente listado OAD de los mejores restaurantes europeos, comandado por de Steven Plotnicki. Se le considera, por derecho propio, uno de los cocineros más relevantes del mundo.

Su cocina, y su forma de ser, parten de una extrema curiosidad y de un marcado inconformismo. Mugaritz es I+D, espectáculo en la sala, complicidad, placer y ganas de sorprender y de agradar. "Abran la boca y la mente" ha sido siempre el lema de una casa a la que le gustan poco las etiquetas. Andoni se hace preguntas, pero también le gustan las respuestas, y por eso es un habitual de conferencias, simposios y grandes encuentros. Andoni Luis Aduriz ha impartido cursos formativos en varias universidades y centros de prestigio. Es un formador y un divulgador incansable. Autor o coautor de más de veinte libros, también hace unos meses abrió Muka en el Kursaal, un templo del fuego y las brasas, elementos primordiales de la cocina vasca que tanto ama este tipo singular.