Muere Roberto Linguanotto, el inventor del tiramisú moderno, a los 81 años

El pastelero italiano Roberto Linguanotto, considerado el inventor del tiramisú moderno, ha muerto durante ayer domingo 28 de julio a los 81 años en su país natal, Italia, tras una batalla contra una enfermedad no especificada.

Linguanotto, según la agencia Europa Press, redescubrió y relanzó este postre en la década de los 1960, junto con la ayuda de Alba di Pillo-Campeol, mujer de Ado Campeol, dueño de la pastelería Le Beccherie, en Treviso, donde trabajó el mencionado Linguannotto. Esto sucedió al inicio de su carrera y asimismo, aprovechó para reformular esta tarta como una variante del ponche de huevo para hombres que frecuentaban una casa de citas cercana. Este fue el origen del nombre tiramisú, que era una palabra del italiano de venecia que significa "tira de mí".

No fue hasta 1983 que la receta del tiramisú apareció por primera vez en la revista gastronómica de Treviso, protagonizada por la presencia de las galletas savoiardi, el azúcar, queso mascarpone, café, cacao y huevos. Desde el traslado de Le Beccherie a Venecia, el postre ganó popularidad alrededor del mundo.

Muestras de respeto

Muchos han aprovechado para dar el sentido pésame ante el fallecimiento del pastelero del Véneto, además de familiares y amigos. A ellos se les ha unido el presidente de la región del Véneto, Luca Zaia, en la que destacó el papel de Linguanotto y su trascendencia en el mundo pastelero: "Me sumo al pésame por el fallecimiento de Roberto Linguanotto, quien marcó un antes y un después en la pastelería. El tiramisú es hoy una excelencia culinaria reconocida en todo el mundo y el mérito de tal éxito también se debe a su maestría como pastelero y a su deseo de hacer único e inimitable nuestro manjar veneciano, haciendo que el tiramisú destaque entre los postres nacionales e internacionales".

También se significó Franceso Redi, organizador de la Copa Mundial de Tramisú: "Le recordaremos con cariño y con la dulzura con la que siempre le distinguió. Él y su familia siempre nos apoyaron desde nuestros inicios y le estamos agradecidos ya que, sin su invención, no existiría este movimiento de amantes del tiramisú".

Aunque se le considera a Linguanotto como el inventor del tiramisú moderno, también hay otras voces que asocian este postre a un gran duque de Siena del siglo XVII o a la dueña de un burdel, en la propia Treviso, del siglo XIX.