Trucos de cocina

El sencillo truco para pelar y cortar las cebollas de forma rápida y sin lágrimas

Con el método que presentamos a continuación, podrás cortar cebollas de forma rápida, precisa y sin lágrimas

 Cuando estás cortando cebollas, no debes frotarte nunca los ojos. Es tentador, pero si cedemos a la tentación, el lagrimeo será mucho mayor
Cuando estás cortando cebollas, no debes frotarte nunca los ojos. Es tentador, pero si cedemos a la tentación, el lagrimeo será mucho mayormali maederPexels

Las cebollas no son un producto sencillo. No sólo es que nos hagan llorar cuando las manipulamos, sino también que pelarlas puede ser bastante tedioso y cortarlas siguiendo cierta simetría, en fragmentos del mismo tamaño, puede ser una tarea casi imposible. Todo esto puede hacer de pelar cebolla un proceso lento e incómodo. Pero no te preocupes, siguiendo el método que te presentamos a continuación, podrás pelar las cebollas rápidamente y conseguirás obtener porciones más o menos iguales… y lo mejor de todo, sin los odiosos lagrimones.

Velocidad y precisión son clave

Los bulbos de cebolla contienen aceites volátiles de carácter muy activo que encierran sulfuros irritantes. A medida que los cortamos, el gas de la cebolla se evapora y llega a nuestros ojos. Por un reflejo de defensa contra la irritación, las glándulas lacrimales segregan abundantes lágrimas para liberar al ojo de la sustancia extraña. Estas enzimas y aminoácidos sulfóxidos en forma de gas, al combinarse con el agua de las lágrimas, forman ácido sulfúrico, un compuesto que es todavía más irritante para los ojos. De tal manera que el cerebro reacciona ordenando la producción de más lágrimas para intentar diluir el ácido y proteger los ojos.

Cebolla | Fuente: Stefan Schweihofer / Pixabay
Cebolla | Fuente: Stefan Schweihofer / PixabayLa Razón

El remedio ideal para evitar que esto suceda es utilizar gafas cerradas. Sin embargo, esto puede resultar muy poco práctico y no tendrá mucho sentido a menos que tengamos que cortar muchas cebollas. Además, es una solución muy poco estética... y eso también importa, aunque estemos en la intimidad de nuestro hogar. No obstante, hay un par de cosas que podemos hacer para aliviar el lagrimeo.

Lo primero que debemos hacer es retirar la piel de la cebolla. Cuando la piel es muy fina y flexible, la cebolla puede ser un poco más complicada de pelar de lo normal. Para solucionarlo podemos hacer un corte en la base, mediante el cual retiraremos el disco basal, que es la parte blanca de la cebolla que une el bulbo con las raíces y, por último, haremos un pequeño corte perpendicular a la base. Esto nos permitirá acceder fácilmente al borde de la capa exterior de la cebolla. Este sistema para pelar la cebolla puede parecer un poco fastidioso, pero una vez hayamos memorizado el movimiento, este saldrá automático y será muy rápido.

Una vez hayamos retirado la capa exterior, debemos meter la cebolla en un bol con agua fría. De esta forma se eliminará el líquido resbaladizo y blanquecino que la envuelve. Además, también convendría introducir el filo del cuchillo en el agua fría, de esta forma estaremos ayudando a que, cuando se liberen los compuestos volátiles sulfurados que provocan las lágrimas, reaccionen con el agua… y no con las lágrimas, minimizando así sus efectos.

Una vez pelada y lavada, comenzaremos a cortarla. Lo bueno es que podemos utilizar el corte que habíamos hecho en la base, que ahora nos servirá de apoyo para el siguiente paso. Para cortar, es mejor usar un cuchillo bien afilado y hacer movimientos rápidos. Así, se reducirán las roturas celulares y la liberación de sustancias volátiles irritantes. También se disminuirá la duración de las emisiones de gas, lo que ayudará a proteger los ojos.

Corta las cebollas con un cuchillo afilado y rápidamente para reducir las roturas celulares y evitar la liberación de sustancias volátiles irritantes
Corta las cebollas con un cuchillo afilado y rápidamente para reducir las roturas celulares y evitar la liberación de sustancias volátiles irritanteswebvilaPixabay

Corta varios gajos alrededor de la cebolla con el cuchillo, como si estuvieras dibujando la forma de un asterisco. Por último, coloca los gajos recién cortados en paralelo a la tabla de corte y corta cubitos lo más regulares posible. Solo queda recordar, a modo de conclusión, que cuando estás cortando cebollas, no debes frotarte nunca los ojos. Es tentador cuando estamos soltando lágrimas, pero si cedemos a la tentación acabaremos pagándolo muy caro y el lagrimeo será mucho mayor.