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Patxi Andión y Amparo Muñoz, poco amor y mucho sexo

Su matrimonio duró 14 meses y en ese tiempo se separaron cuatro veces. los que les conocían aseguran que su fuerte atracción erótica les cegó.

Cuando supe que Patxi Andión se había convertido en la pareja de Miss Universo 1974, Amparo Muñoz, le llamé para comentarle con una cierta ironía que no consiguió conquistar a nuestra amiga común, una bellísima mujer de nombre Cuca de 17 años y alumna del Colegio del Sagrado Corazón, pero que con la más guapa del planeta le había tocado el Gordo. Patxi digirió la broma con una carcajada y me contestó que esperaba que Amparo fuera «la mujer de mi vida. Ha sido una suerte cruzarme en su camino». No llegaba a adivinar que más tarde, ya casados, aquel amor «celestial» se tornaría en un verdadero infierno. Debieron acabar tan mal que la actriz confesó en «La vida es el precio», su libro de memorias, que «ese hombre pisoteó todas mis ilusiones, transformó nuestra convivencia en un infierno. No puedo decir nada bueno de él, nuestro matrimonio y la posterior ruptura son la clave de muchos errores que cometí después». Tuve la mala suerte de entrevistarla cuando publicó el libro y me costó un grave disgusto. Amparo me hizo unas desagradables declaraciones sobre cierto productor que «me quiso llevar al huerto» y un conocido hombre de cine se querelló contra mí y contra la revista en la que salió aquella entrevista. Ganamos el juicio, pero Muñoz ni se presentó en el juzgado. Cuando se lo comenté a Patxi no le vi sorprendido: «De esa mujer te puedes esperar cualquier cosa». En 14 meses de matrimonio se separaron cuatro veces, hasta que a la quinta llegó la definitiva. Se conocieron durante el rodaje de «La otra alcoba» en 1976, un película dirigida por Eloy de la Iglesia. Josema, no recuerdo su apellido, componente del equipo de producción, me desveló por aquel entonces que lo de Amparo y Patxi «fue un verdadero flechazo. Se enamoraron enseguida y lo demuestra que tres meses después se casaron». El desamor llegó tan rápido como el amor: no duraron juntos ni año y medio. Ella se quedó embarazada rápido, todo parecía estar marcado por la felicidad, pero sufrió un aborto a los cuatro meses y eso le cambió el carácter. La desgracia la sumió en una fuerte depresión y la condujo a un abismo sin salida que influyó muy negativamente en su pareja. A partir de entonces, la relación se fue a pique y la ruptura vino poco después. La sentencia de divorcio llegó en 1983, cuando ya llevaban mucho tiempo separados.

En una entrevista, Andión llegó a declarar que el proyecto de vida en común con el que estuvo tan ilusionado era un espejismo y que al poco tiempo de iniciar la convivencia con Amparo, ya convertidos en marido y mujer, se dio perfecta cuenta de que aquel matrimonio no tenía recorrido. Quizá eran demasiado jóvenes y no calibraron lo suficiente lo que significaba una boda por la Iglesia. Ni que su amor para toda la vida era una simple quimera.

La advertencia de los amigos

Ángel, un actor de doblaje amigo de ambos, dio con la causa de los fuertes desencuentros: «Confundieron la pasión en la cama, la gran atracción sexual que sentían el uno hacia el otro, con el amor de verdad. Eso no apareció jamás en su vida en común. Es más, les recomendamos que esperaran para casarse, que la decisión era precipitada. En el fondo, algo nos hacía presagiar que aquello no era tan idílico como lo pintaban». La película que les unió estaba llena de escenas de alto contenido erótica, con secuencias muy tórridas entre los dos: sexo en la cama, en la ducha… Y un revolcón en un charco de gasolina como producto de una rara experiencia amatoria. El mismo Patxi confirmó con el tiempo que lo único que había entre ellos «era un gran entendimiento en la alcoba. Fuera de la cama todo era distinto y discutíamos por cualquier tontería». Ella nunca tuvo suerte en el terreno sentimental, no alcanzó la felicidad de su ex marido con Gloria Monis, su segunda esposa, compañera de vida hasta su muerte. Amparo tropezó con personajes como el chileno Flavio Labarca, que no le hizo el menor bien y, según se dijo, la introdujo en el sórdido mundo de las adicciones. Falleció el 27 de febrero del 2011 a los 56 años en Málaga, su tierra natal, víctima de una terrible enfermedad. En el tanatorio, al igual que sucedió en el velatorio de Patxi, los amigos famosos brillaron por su ausencia.