Isabel Pantoja, conocida como "la bellotera” por sus caprichos en camerino

Le llaman “la bellotera”, el mote se le ocurrió al trabajador de un catering, harto de que Isabel Pantoja insistiera en que en su camerino, durante un concierto, en que le llevaran platos de jamón de bellota, y no de cualquier marca, tenía que ser el más caro, un cien por cien ‘5 Jotas’. Pata negra a tutiplén, cortado a mano, claro está, como mandan los cánones. No quedan ni las sobras.

Solamente para ella, su hermanisimo Agustín, la fiel sobrina y chica para todo, Anabel, y sus incondicionales, los pocos que tienen acceso al camerino. Es una imposición no negociable. La diva en toda su esencia, un valor añadido a su caché.

En su finca ‘Cantora’ nunca faltan los embutidos ibéricos, parecen ser su perdición, ajenas a toda dieta, omnipresente en las folclóricas celebraciones familiares.

Isabel es fan jamonera de toda la vida, no lo oculta, de ahí sus exigencias camerineras, un tentempié de lujo en los bolos musicales.