Mónica Naranjo

Mónica Naranjo: “No ganaría Eurovisión, está bastante monopolizado”

Presenta un nuevo trabajo que consiguió terminar gracias al confinamiento, durante el que se ha convertido en una reina de YouTube a nivel mundial

MÓNICA NARANJO, CANTANTE.
MÓNICA NARANJO, CANTANTE.Cipriano PastranoLa Razón

El confinamiento no le ha sentado nada mal a Mónica Naranjo. El parón obligado le sirvió para pasar más tiempo con la familia y para terminar «Mis excentricidades. Vol. II», un trabajo que comenzó en diciembre y que gracias al estado de alarma ha podido terminar como ella quería. Y mientras estaba encerrada en su estudio, de Sengal a EE UU, del Reino Unido a Filipinas, el mundo se ha rendido a sus pies gracias a YouTube: sus actuaciones en «Operación Triunfo», «Luar», «Pavarotti and Friends» o su versión de «Vivir así es morir de amor» de Camilo Sesto acumulan millones de reproducciones con fans internacionales que ya la conocen como la «Spanish Diva».

–¿Cómo es este proyecto?

–La primera de estas excentricidades la publicamos el año pasado. Esto es un nuevo volumen donde me permito hacer cosas diferentes, con disciplinas distintas, algo que me nutre y me hace crecer a nivel creativo.

–«Hoy no», el primer single, suena muy bailable, pero no parece que este verano no nos vamos a poder mover mucho.

–No hago canciones pensando en llegar tan lejos, sino lo que siento en ese momento. Y sabía que antes o después iba a versionar el tema de Kim Wilde, como sabía que haría lo mismo en algún momento de mi vida con «Vivir así es morir de amor».

–¿Es hijo del confinamiento?

–El confinamiento me ayudó a terminar el disco, pero el proyecto lo llevaba arrastrando desde diciembre. No encontraba el momento para finalizarlo porque no paraba de entrar y salir de casa, y cuando nos dijeron que no nos podíamos mover pensé que era la ocasión para poder hacerlo como yo quería.

–¿Cómo llevó el encierro?

–Mi equipo y yo no parábamos desde hace dos años entre programas de televisión, discos, el espacio «Mónica al desnudo»... Justo llegábamos de México de gira y teníamos que retomarla en junio, pero al final lo trasladamos todo al año que viene.

–¿Y ha aprovechado el encierro?

–He podido recuperar el tiempo perdido. Necesitaba estar mucho con mi familia, que era mi prioridad. Y también poder componer, estar tranquila, dedicarme en cuerpo y alma a crear... Yy con este parón he podido acabar el tercer y cuarto volumen de este proyecto.

–Vamos, que no ha parado.

–Llevo mal no hacer nada. Soy una mente inquieta y necesito estar siempre creando, puedo estar tumbada dos horitas, pero a la tercera me entra ansiedad.

–Estos meses el mundo se ha rendido a sus pies gracias a YouTube, ¿se lo esperaba?

–Ha sido de esas cosas mágicas que te pasan en la vida. Como convivo conmigo misma, me dejo llevar y hago lo que creo que debo hacer en cada momento y sigo aprendiendo de esta profesión tan bonita.

–¿Alguna actuación de la que se sienta especialmente orgullosa?

–Soy de las que piensan que hay que ir a por otra cosa. Aprendo de mis errores, pero nunca pienso que las actuaciones sean perfectas.

–También ha triunfado con su homenaje a Camilo Sesto.

–Hacía tiempo que quería versionar esa canción y cuando me contactaron para el aniversario de TVE llamé a Pepe Herrero para que la preparara y dedicársela a Camilo. Él ha sido un gran maestros para nosotros dos y era nuestro tributo. Encendimos su chispa y se animó a presentar sus éxitos en versión clásica. Ese último tiempo de su vida él fue feliz, vinculado a lo que más amaba.

–En esos vídeos se valora su técnica y preparación.

–Ese era el mensaje que yo quería transmitir en «OT», pero no llegó. Es tan importante el talento como la técnica y el trabajo. El talento sin trabajo detrás no existe, se atrofia. Esto es una carrera de fondo y nunca resulta suficiente porque nunca lo aprendemos todo. Tengo la sensación de que después de treinta años en ese negocio todavía no sé nada. Y soy la persona más disciplinada del mundo. No trasnocho, no bebo… Me encantaría bañarme en el mar por la noche en verano, pero lo tengo prohibido. Todo es un sacrificio y, si estás dispuesto a mantenerlo, ahí comenzarás una carrera.

–Ha compartido escenario con Luciano Pavarotti o George Michael. ¿Qué siente al echar la vista atrás?

–¡Pues qué bendición haber colaborado con personas que han sido únicas! Luciano fue el gran maestro de mi vida, con cualquier cosa que me atascaba venía y me enseñaba técnicamente cómo tenía que apretar el diafragma, por ejemplo, y eso no te lo enseña cualquiera.

–¿Y la veremos en Eurovisión?

–Jamás. Estoy acostumbrada a ir a mi rollo porque decidí hace tiempo que era la manera más equilibrada para seguir en la música. Y en Eurovisión opinan desde el minuto uno. Además, si lo analizas, son pocos los artistas que después siguen con una carrera. Es un gran escenario y una gran puesta en escena, pero, ¿realmente afecta a la carrera de un artista? La respuesta es no.

–¿No se vería ganadora?

–Seguramente, no ganaría porque aquello está muy monopolizado. Cuando fue Pastora Soler tenía que haber vencido.