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Pedro apaga el fuego de Pablo, ¿se quejará Irene Montero?

MADRID, 19/11/2020.- El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, defiende la convalidaci�n del real decreto-ley por el que se adoptan medidas urgentes de apoyo a entidades del Tercer Sector de Acci�n Social de �mbito estatal, este jueves en el Congreso. EFE/ Mariscal
MADRID, 19/11/2020.- El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, defiende la convalidaci�n del real decreto-ley por el que se adoptan medidas urgentes de apoyo a entidades del Tercer Sector de Acci�n Social de �mbito estatal, este jueves en el Congreso. EFE/ MariscalMariscalEFE

Los titulares de los periódicos me inspiran. Leo en LA RAZÓN: «Sánchez apaga el fuego de Iglesias». Contaban en mis tiempos juveniles que, en la mili, a los soldados les metían bromuro en los potajes cuarteleros para frenar sus ímpetus sexuales y no se debilitaran dándole a la manita. ¿Qué compuesto químico habrá empleado Pedro para apagar el fuego de Pablo? ¿Le está echando bromuro a los vodkas con tónica que se toman al anochecer? ¿Le pone a las bebidas Prozac, Zoloft o analgésicos opioides? Reducida la libido del vice segundo, ¿se quejará Irene Montero? ¿Se manifestarán compungidas las mozas de Podemos ante el apagamiento de su macho alfa? Y, sobre todo, ¿cómo será a partir de ahora el amado líder podemita? ¿Se le caerá también el moño medio hasta quedarse en moño bajo? Un divorcio puede ser liberador, pero también tiene efectos negativos. Después del suyo, Woody Allen escribió: «Mi vida amorosa es terrible. La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visité hace un año la Estatua de la Libertad». Son muchas y sonoras las voces que desde la derecha y la izquierda piden la separación del matrimonio socialista-comunista. Para salvar la relación, Pablo exige a Pedro la prohibición del desahucio. Es lógico: pasado el calentón de la aprobación de los Presupuestos que tan encendidos les tiene, el vice segundo no quiere que Él le eche de la Moncloa, el Camelot desde el que aspira a derrocar a todo dios para formar la República Independiente de su Casa, tipo Ikea. Teme que el fuego matrimonial se apague definitivamente y Él se vaya de picos pardos con Inés Arrimadas, siempre dispuesta al lío. También Carmen Posadas, que ahora publica «La leyenda de La Peregrina», me inspira mucho, y no siempre fantasías confesables. Cuenta que para mantenerse en forma hace cada día una tabla de gimnasia de 25 minutos y baila tangos. La tabla la puede hacer sola, pero ¿con quién baila los tangos? ¿Alquila una pareja por horas? ¿Se aprieta con un amigo de mucha confianza? ¿Lo hace para mantener en ella el fuego que Pedro no puede apagar ni la Ley de Libertad Sexual de la Montero acrecentar? Pedro y Pablo siguen siendo pareja de baile, sí, pero en caso de divorcio, ¿quién se quedará con los niños?