Moda

Y el pijama se convirtió en el “look” de la nueva normalidad

Ya nadie se resiste. No solo para teletrabajar, sino hasta para sacar al perro y dar conferencias por Zoom

Paula Echevarría, con una sudadera de su colección de Space Flamingo
Paula Echevarría, con una sudadera de su colección de Space FlamingoPaula Echevarria

Entre los momentos más surrealistas que nos ha traído 2020 está el que se agote un pijama online en pocas horas. El modelo en cuestión es un conjunto de algodón japonés orgánico de 665 dólares de la firma Pour les Femmes, de la actriz Robin Wright (sí, la ex de Sean Penn). Lo lució Jennifer Aniston antes de su participación en los Emmys de este año… y subió la foto a Instagram. Del vestido de la entrega de premios, nadie se acuerda. Solo teníamos ojos para el pijama.

Si hace unos años se llevaba el «look pijamero» en la calle, en pandemia ha vuelto a sus orígenes como prenda estrella del «yo me quedo en casa». Porque el fenómeno Aniston también llegó a España de la mano de la marca Wafflie Wear. Esta firma de pijamas «deluxe» fundada por Naty Abascal y el diseñador Pablo Galán vio cómo se incrementaba la demanda de los modelos que lucieron personajes conocidos durante el confinamiento. Los famosos que subían contenido a sus redes lo hacían desde su salón y como les pillara vestidos: cocinaban «banana bread», hacían yoga online y sacaban al caniche «toy», todo en pijama. Según nos asegura el propio Galán: «En algunos modelos hubo roturas de stock desde marzo y estamos luchando para hacer frente a los pedidos que tenemos».

Entre las personas que lo han compartido en Instagram hay desde intérpretes como Marta Hazas hasta «socialités» como Tamara Falcó o modelos como Nieves Álvarez. De hecho, estar todo el día en pijama está tan normalizado que a nadie le sorprendió que Pilar Rubio se hiciera un reportaje fotográfico entero en su casa enfundada en el estampado Seychelles de esta marca para la revista «Lecturas».

La situación actual hace que valoremos las prendas cómodas de estar por casa que además sienten bien, por si nos llaman por FaceTime. Queremos comodidad, pero sin sacrificar estilo, y esto es seguramente lo más destacable de esta marca. Los diseños están pensados para favorecer. «Es importante verte guapa en casa», explica Galán, que añade, entre risas, «aunque sea para abrirle la puerta a un repartidor». Más allá del momento paquetería de Amazon o Glovo de comida a domicilio, 2020 nos ha traído el teletrabajo. Llevar una camisa por encima del camisón o los calzoncillos no es ni estético ni práctico. Los más listos han sabido encontrar ropa cómoda y apta para trabajar. Galán lo confirma: «Si llevas un pijama de Wafflie Wear en casa, no haría falta cambiarse corriendo para contestar a una llamada de tu jefe por videoconferencia». Y añade: «En concreto, el diseñador Jorge Vázquez dio una clase por Skype vestido con un pijama nuestro».

Porque un «look» cómodo no tiene por qué ser sinónimo de dejadez. La célebre frase de Karl Lagerfeld: «El pantalón de chándal es una señal de derrota» no computa. Incluso él tuvo que rectificar. Ante el éxito imparable de los pantalones de «jogging», impulsado por la moda del «streetwear», diseñó chándales para Chanel. Cuando hay demanda, las marcas se adaptan y hasta cambian de estrategia comercial. ¿Un ejemplo? Este año, las «low cost» han añadido una nueva categoría en sus webs. La palabra es una variación de la palabra anglosajona «comfortable», como «comfy» o «comfort».

Cómoda pero arreglada

Varias firmas «made in Spain» han hecho hasta un «rebranding». Es el caso de Roseta Kusi, creada en 2019 por las hermanas Micaela y Lucía González García-Vaquero, hijas de Mar García-Vaquero, mujer a su vez de Felipe González. Esta marca de ropa fue ideada para la mujer viajera, un concepto que ahora mismo no tiene mucho filón por los cierres perimetrales y demás. Micaela nos cuenta su evolución: «La idea surgió para viajar. Nuestra madre lo hacía frecuentemente y odiaba facturar. Antes de la pandemia, salía de España siendo verano y aterrizaba en otro país donde era invierno, tenía un evento nada más llegar o les recibía el embajador en el aeropuerto. Creamos Roseta Kusi con la intención de poder viajar muy cómodas, pero sin perder la dignidad. Además, está de moda eso de viajar prácticamente en pijama», sentencia la joven.

Partiendo de la base de que sus colecciones se basan en la comodidad, qué mejor que estas mismas prendas para estar en el sofá en vez de en el asiento de un avión. «Ahora estamos enfocándolas más a su uso de estar por casa, porque están elaboradas en un tejido ultrasuave que se amolda a la forma del cuerpo y no se arruga, y en nuestra línea ’'premium’' es, además, antibacteriano». Y puntualiza: «Ahora que pasamos tantas horas en casa, es importante que nos sintamos cómodas, pero sin descuidar nuestro aspecto, porque tener una buena imagen ayuda a mantener la motivación y la confianza en ti mismo». Cómo será que hasta Mar Flores hizo un Live en su Instagram durante el confinamiento, ideal, enfundada en uno de estos conjuntos.

Cómoda pero arreglada. Este es el lema en el que coinciden todas estas firmas españolas que trabajan ropa de «homewear», como la define Paula Echevarría, hablando de parte de su colección de Space Flamingo, que incluye muchas «prendas ponibles, tanto para fuera como para dentro de casa». La actriz añade, además, que como en su repertorio ya figuraban las prendas cómodas, estilo pantalón de chándal o sudadera de algodón (su vestido sudadera es un éxito de ventas), lo que quiso fue añadir ropa deportiva. Durante el mes de marzo «la gente no solo se ha lanzado a la ropa ’'homewear’', sino también a la de deporte, porque se ha hecho mucho ejercicio durante el confinamiento». Apuntamos también el «athleisure», pues, para estar por casa. El nuevo fondo de armario Otoño/Invierno 2020-21: «leggings» para la meditación guiada por Zoom, pijamas para el teletrabajo y conjuntos en tejidos inteligentes que no se arrugan para ver series en Netflix. Más de uno habrá caído en la tentación también en Nochebuena...