"Sálvame"
Matamoros amenaza a Makoke con sacar a la luz dos horas de grabaciones: “Mis 40 ases”
La guerra de la ex pareja llega al cenit después de que la hija de ambos, Anita Matamoros, declare que “duermo con la conciencia tranquila” dando al traste con las esperanzas de Kiko de recuperarla.
Kiko Matamoros continúa con su guerra contra la que fuera su pareja durante veinte años y la madre de su hija pequeña, Anita. Sus continuos ataques a Makoke han acabado por enturbiar su relación con Anita a la que no ve desde hace meses. Hasta ahora, la influencer ha evitado pronunciarse públicamente sobre el conflicto que enfrenta a sus padres desde la separación, pero por fin ha hablado y sus palabras no han hecho más que recrudecer el conflicto con su polémico padre.
Dolido al saber qué Ana no tiene intención de arreglar las cosas con él y que “duerme muy tranquila”, Matamoros ha asegurado que “ya no va a hacer más el panoli” y ha hecho una dura advertencia a Makoke, a quién acusa de poner a su hija en contra de su actual pareja, Marta López Álamo, motivo del distanciamiento familiar.
Anita confesaba en un medio que “todo el mundo tiene movidas en sus casas, a veces, por una tontería y otras veces, son más graves. Uno se deja de hablar con sus hermanos, otro con sus tíos...pero aquí todo se agranda mucho más, parece mucho más grande y todo el mundo se siente con derecho a opinar”. Aunque no se ha querido pronunciar sobre el enfrentamiento público que protagonizan sus padres, “porque de eso no quiero opinar”.
Pero ha sido el relato de una tragedia, “la muerte de una persona muy cercana a mí hace dos años”, y el consejo que le dio entonces su chico lo que ha molestado inexplicablemente a su padre. “Lo más importante es irte a dormir todos los días de tu vida con la conciencia tranquila-proseguía Anita-Para mí, esa es la felicidad. Duermo todas las noches súper tranquila”.
El colaborador de ‘Sálvame’ al que no ha nombrado Anita, que se ha quitado el apellido Matamoros en sus redes sociales, se daba por aludido y confesaba que ha perdido la esperanza de reconciliarse con su hija: “Si tan claro lo tienes-decía Matamoros-bueno es saberlo y ya está. A otra cosa que la vida da para mucho....”
Aunque ha asegurado que no va a emprender una guerra con su hija, el colaborador ha dejado claro que sus palabras le han tocado: “Son innecesarias. Para una vez que habla me mete un bofetón, pues muy bien, no voy a hacer más el panoli, quiero decir que ya está, mejor para ella”.
“40 ases” contra Makoke
El colaborador explicaba que “Tengo muchas cosas que contarle a mi hija” sobre su madre y su hermano. De hecho, cuenta que guarda “40 ases” contra Makoke ya que ha tenido acceso a “dos horas de grabaciones”. que, si le da permiso quién las ha realizado, verán la luz destruyendo la imagen de la malagueña y su hijo, Javier Tudela. Según Matamoros, “las grabaciones son de hace un mes y es patente el miedo”.
Aunque es probable que esta grabación no vea la luz, ya que sería un atentado flagrante contra el derecho a la intimidad de la modelo malagueña, al haber sido grabadas sin su consentimiento, asegura que las va a hacer públicas en los medios y ante la justicia. “Yo no sé si mi hija conoce toda la realidad de la relación de su madre conmigo. Tengo muchas cosas que contarle a mi hija y ya va siendo hora de que conozca la realidad-comenzaba amenazando-No voy a entrar en más detalles. A ver si tiene lo que hay que tener y me contesta.”
“Yo creo que no va a contestar-decía Kiko sin entrar al trapo de los intentos de sus compañeros de hacerle hablar- ¿Por qué antes contestaba y amenazaba y ahora no?. Ella sabe perfectamente lo que hay y no descarto que sin necesidad de que ella abra la boca, la abra yo. Tengo una colección de ases. Las cuarenta cartas que tengo son ases. Tiene que ver con todo. Sólo te puedo decir que tengo dos horas de grabaciones de ella y de su hijo. No sé si ella sabe que las tengo, pero si no lo sabía, ya se está enterando. Son conversaciones de ella y su hijo hablando con un tercero. Podrían estar retratándose y ni intelectual ni judicialmente quedan muy bien. No se pueden llevar las grabaciones a la justicia, pero tengo el testimonio de la persona que estaba presente que podría declarar ante el juez”.
Un divorcio muy complicado después de 20 años de vida en común.
La separación de la pareja se produjo hace dos años tras descubrir la malagueña que el colaborador tenía una relación paralela con una mujer a la que ayudaba económicamente. Después de entonar el “mea culpa”, Matamoros comenzó a atacar a su ex mujer, al poco de iniciar su relación sentimental con Marta López del Álamo. Todo aquello provocó el distanciamiento de Anita de su padre, al posicionarse la hija de ambos al lado de su madre.
Uno de los conflictos que mantienen es por el patrimonio acumulado por ambos en veinte años y que continúa a nombre de Makoke, una decisión que tomó la pareja primero, para evitar hacer frente a las reclamaciones económicas de la primera esposa de Kiko, Marian Flores, con quién tuvo cuatro hijos, y después al millón de euros que le reclama la Agencia Tributaria. Kiko derivó la deuda con Hacienda a su ex, asegurando al fisco, que fue él quien pagaba la hipoteca de su casa en la elitista urbanización de La Finca en Pozuelo de Alarcón, dónde continúan viviendo Makoke y sus dos hijos, Javier Tudela y Ana Matamoros.
Una casa valorada en más de millón y medio de euros, a nombre de Makoke, con la que Matamoros trata de saldar su deuda con Hacienda
Kiko y Makoke, se casaron por lo civil y en régimen de separación de bienes en septiembre de 2016, después de 14 años de convivencia salpicada de escándalos e infidelidades. A punto de celebrar sus dos años de matrimonio, a mediados de agosto de 2018, Makoke anunciaba la separación de la pareja.
Los últimos tiempos no fueron fáciles para la supervivencia del vínculo debido, en gran parte, a la guerra declarada por dos de los hijos de Kiko, Laura y Diego, a la mujer de su padre. Aunque Kiko Matamoros limó asperezas con su hija Laura al convertirse en madre, el enfrentamiento con su hijo Diego se hizo más intenso tras aquella boda de ensueño en el Castillo de Viñuelas. La última aparición del matrimonio tenía lugar el 4 de agosto en Marbella y tres días después, Makoke le pedía a Kiko que se fuera para no volver. Lo demás ya es historia y aún no se ha acabado de escribir el capítulo final.
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