Aristocracia
De la duquesa de Medinaceli al marqués de Cubas: la nueva vida de los aristócratas “millenials”
A pesar de que Victoria Hohenlohe mantiene un pleito con su tío, el resto de aristócratas jóvenes prefieren mantenerse lejos del foco mediático
Los nuevos aristócratas no tienen nada que ver con sus antecesores. Son discretos y muestran un perfil mediático muy bajo. Incluso cuando hay desencuentros familiares prefieren mantenerse en un plano casi invisible y no alientan las guerras públicamente. Es el caso de Victoria Hohenlohe-Langenburg, actual duquesa de Medinaceli, que libra un contencioso con su tío Ignacio Medina, duque de Segorbe. La joven de 24 años heredó el título como primogénita al morir su padre Marco Hohenlohe y se convirtió en jefa de la Casa Ducal. Una de las más importantes junto con la de Alba. En la actualidad, es la mujer que más títulos ostenta con cuarenta y tres distinciones nobiliarias, diez de ellas con grandeza de España.
Nació en Marbella y cuando sus padres se separaron ella y su hermano Alexander se instalaron en Alemania con su madre Sandra Schmidt-Polex. Poco se sabe de ella salvo que vive en Madrid y que antes de la pandemia pasaba tiempo en el palacio Pilatos, en Sevilla, que ha sido siempre la casa familiar de los Medinceli. Su abuela Victoria Eugenia Fernández de Córdoba vivió allí hasta su muerte y fue a raíz de su fallecimiento cuando comenzaron los desencuentros legales. Este contencioso entre el duque de Segorbe y la actual jefa de la Casa, Victoria, y sus primos Rafael Medina (duque de Feria), su hermano Luis (marqués de Villalba), así como Victoria Medina (duquesa de Santisteban) y Casilda Medina (marquesa de Solera), está marcado por la reclamación de la herencia familiar. Han pasado nueve años desde que comenzaron los desencuentros y por fin hay una fecha para esa primera vista. Será el 13 de septiembre de 2021. Una audiencia previa para una conciliación y, de no resolverse, el siguiente paso será un juicio.
El contencioso comenzó en 2013, al morir la titular de la Casa Ducal de Medinaceli, a la que se conocía en Sevilla por el apodo de Mimi. Era una mujer que destacaba por su fuerte carácter y su preferencia hacia Ignacio, el menor de la familia y que fue el único hijo, de los cuatro que tuvo, que la sobrevivió. Los otros tres, Ana, Luis y Rafael, habían fallecido pero quedaban sus herederos que tenían derecho, según la legislación española, a recibir lo que les correspondía. Y en ese punto es donde radica el conflicto entre los sobrinos y Segorbe, como explican desde el entorno.
La fama no paga facturas
No todo son malas noticias relacionadas con herencias: Rafael Medina, actual duque de Feria, ha tenido un gesto muy generoso con su hermano Luis. Según la información publicada en exclusiva por LA RAZÓN, el hijo primogénito de Naty Abascal ha cedido uno de sus títulos, el marquesado de Villalba, y en breve aparecerá en el BOE. «Todo está perfectamente planteado. Es un título que en su día la anterior duquesa otorgó a favor de su padre, Rafael Medina, y creó cabeza de linaje. No es motivo de conflicto por parte de nadie», señalan desde el entorno de los Medina. Los dos hermanos llevan una existencia alejada de los medios. No siempre fue así. Sobre todo en el caso de Luis que ha tenido a lo largo de su vida una vertiente social muy marcada.
Ahora, como el resto de estos nuevos aristócratas «millenials», prefiere la discreción. Sus redes sociales tienen muy poca actividad y él mismo decía a este diario que la fama no pagaba facturas. Hace unos años no le importaba ser personaje y era fijo en los «photocall» de las firmas de lujo. Esta vertiente ha desaparecido y ahora prefiere mantener un perfil bajo.
Los hijos del duque de Alba, Fernando y Carlos, también siguen esta línea de discreción aunque a veces no sea posible. Hace unos meses, el duque de Huéscar y su mujer Sofía Palazuelo retrasaban el bautizo de su hija Rosario debido a las restricciones sanitarias y de momento no hay fecha fija. Fernando y Sofía Palazuelo llevan una vida muy alejada del mundo mediático igual que el hermano menor, Carlos, duque de Osorno. A sus 29 años es licenciado en Comercio Internacional. Su boda con Belén Corsini ya tiene fecha. Será el próximo 22 de mayo en el palacio de Liria, como ya lo hizo su hermano mayor.
Por su parte, Alvaro Falcó Chávarri es el nuevo marqués de Cubas. Un título que ostenta tras la muerte de su padre Fernando Falcó en octubre pasado. A pesar de su noviazgo con Isabelle, la hija de Philippe Junot, Alvaro ha tratado siempre de pasar desapercibido.
La actual marquesa de Griñónes la única de estos jóvenes aristócratas que no tiene problemas para ser influyente, sino todo lo contrario. La fama y la popularidad la tienen desde la cuna y esa visibilidad nunca le afectó.
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