Nobleza

Segorbe, el duque discreto que acapara el legado de Medinaceli

Preside la Fundación Casa de Medinaceli, que ha expulsado a cinco miembros de su familia

Ignacio Medina, duque de Segorbe
Ignacio Medina, duque de SegorbeGtresEuroimagen

De las tres grandes casas nobiliarias españolas, Alba, Medinaceli y Medina Sidonia, tan solo la de la Alba se libra del litigo por la herencia de sus bienes. Para proteger su patrimonio, las tres titulares, Cayetana de Alba, Victoria de Medinaceli y Luisa Isabel de Medina Sidonia, crearon en su día fundaciones que reuniesen su patrimonio para evitar su dispersión en sucesivas herencias. Las tres eran hijas únicas, pero tuvieron familias numerosas. De ahí surgen dos problemas: el reparto de títulos –que si bien hoy en día no sirven para nada, pueden ser rentables socialmente– y el más grave, el cobro de las herencias. Excepto Alba, esos son los dos problemas que arrastran las otras dos familias. Ahora, según publicó «Gentestilo», se ha sabido que han sido expulsados de la Fundación Casa Medinaceli cinco miembros de la familia, entre ellos la actual duquesa de Medinaceli, propietaria de cuatro decenas de títulos nobiliarios.

En una ocasión, el hijo de Naty Abascal, Luis Medina, uno de los ahora expulsados, declaró a LA RAZÓN que no tenía mucho trato con su tío, el duque de Segorbe: «El que vive muy bien y tiene casas hasta en Venecia es mi tío –el duque de Segorbe, Ignacio Medina–, pero reconozco que en un 95 por ciento estoy de acuerdo en lo que ha hecho desde que se creó la fundación, aunque de ahí a pretender quedarse de modo vitalicio con todo y la excusa de ’'porque yo me he ocupado, tengo derecho’', no es justo porque yo no había nacido cuando se constituyó la fundación. Ahora que puedo sí ayudo». De esos polvos vienen estos lodos, que dice el refrán. A propósito de su título frustrado, decía: «Un día mi tío Ignacio me dijo que a mi abuela le gustaría que los nietos no titulados tuviéramos uno y que había pensado darme el condado de San Martín de Hoyos. A mí me pareció estupendo. Me dijo que mi abuela había firmado la distribución del título a mi favor, así que el título era mío. Al cabo de los años me enteré de que mi tío no había presentado ningún papel y cuando murió mi abuela reclamó todo para él. El Consejo de Estado acusó de fraude de ley por hacer una distribución ilegal, pero a la que acusó es a mi abuela. Yo nunca pedí nada porque hasta los dieciocho años no tuve mucho trato con la familia de mi padre ya que me ha criado mi madre».

Luis Medina Abascal, durante los Premios Telva Moda.
Luis Medina Abascal, durante los Premios Telva Moda.larazon

Aunque actualmente el ducado de Medinaceli lo lleva una bisnieta de la duquesa Victoria, probablemente el duque de Segorbe, su único hijo vivo, siente que tiene más protagonismo en la casa, por derechos adquiridos y porque ha sido quien tradicionalmente se ha ocupado de todo, además de poner en marcha la Fundación Casa Medinaceli, en la que han tenido representación Alicia Koplowitz o Albert Boadella. A la discrepancia por los títulos se une un sutil matiz, el tradicional Fernández de Córdoba ha quedado relegado por el alemán Hohenlohe. De hecho, Victoria Elisabeth se apellida Von Hohenlohe-Langenburg. Una joven que ha vivido en Alemania aunque haya cursado sus estudios superiores en el IE de Madrid y haya hecho un máster en China. Y gracias a su madre, Sandra, quien vigila por sus intereses, puede resistir el impulso ducal de Segorbe. Medinaceli se anticipó a los Alba y a los Medina Sidonia en rentabilizar el patrimonio alquilando los palacios para eventos y visitas.

Mucha piedra y poco «cash»

Hay que agudizar el ingenio para sacarle partido a las posesiones y mantenerlas para evitar venderlas, como hizo la madrastra de la última duquesa, que si se descuidan, los descapitaliza. Por ejemplo: en lo que es hoy el actual Centro Colón de Madrid se levantaba el megapalacio de los Medinaceli. También tenían la extensa finca gaditana de alcornoques, La Almoraima –que quisieron comprar Salma Hayek y Henri-Pinault–. Ambas las vendió la madrastra. A la duquesa Victoria, «Mimi», le llegaron bienes dispersos por toda España; castillos, palacios, iglesias, hospitales, obras de arte, la única escultura de Miguel Ángel que existe en España, «El San Juanito», e incluso un pazo gallego, el de Oca. Mucha piedra y poco «cash». Desde siempre, el duque de Segorbe ha sido como lo fue Cayetano en la Casa de Alba, el favorito de su madre y el encargado de mantener los bienes. De él dicen que es un hombre culto, afable y discreto. Segorbe preside la Fundación y se dedica al cuidado y mantenimiento del patrimonio de la Casa de Medinaceli. La guerra no ha hecho más que empezar.