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Docuserie

Rocío Carrasco sobre las amenazas de Antonio David: “Dijo que me iba a cagar y lo ha cumplido”

Esta noche se han emitido los episodios dos y tres de la docuserie “Rocío. Contar la verdad para seguir viva”

Rocío Carrasco, en la docuserie 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' La RazónTelecinco

Los dos primeros capítulos de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ que emitió Telecinco el pasado domingo han sacudido la crónica social. La polémica generada por el testimonio de Rocío Carrasco sobre su relación con Antonio David Flores en el que narraba un supuesto maltrato físico y psicológico acaba de empezar, ya que todavía quedan por delante 11 capítulos que repasan los últimos años de la hija de Rocío Jurado.

Esta noche se emiten los episodios 2 y 3, ‘Se nos rompió el amor’ y ‘Ese hombre’, dos capítulos que según según cuenta David Núñez, subdirector de ‘Sálvame’, serían “unos de los más controvertidos y delicados y va a despertar una mayor indignación social”. En ellos, Rocío relata su boda, el embarazo y nacimiento de sus hijos, la infidelidad de Antonio David y del sufrimiento que vivió junto a este.

‘Se nos rompió el amor’

El segundo episodio de la docuserie de Rocío Carrasco comienza en febrero de 1996 con el relato de su embarazo de Rocío Flores: “Fue uno de los días más felices de m vida. Iba a cumplir uno de mis sueños, tener un hijo Era lo más importante que me iba a pasar”, confiesa entre lágrimas. Según la protagonista, cuando le confesó a Antonio David que estaba embarazada, él le contestó que “no podía ser”, como una estrategia para que Rocío siguiese adelante con ello. Mientras que Jurado se tomó de la mejor manera posible el anuncio de su futura maternidad, Pedro Carrasco por su parte reaccionó de una forma muy diferente: “Me dio un bofetón que la cabeza me dio vueltas como la niña del exorcista. Y me dijo: ‘Te lo dije, te ha arruinado la vida’. Después me dio un abrazo y me dijo: ‘qué tonta has sido, ha conseguido lo que quería. Ahora dos huevos y p’alante’”. Tampoco la reacción de los padres de Antonio David fue la esperada por Rocío Carrasco.

Boda de Rocío Carrasco y Antonio DavidTelecinco

Más tarde llegó la boda de ambos, el 31 de marzo de 1996, en la finca de a Yerbabuena (Sevilla): “Fue un día muy feliz, yo lo viví como un cuento”. La luna de miel fue en Mauricio, donde surgieron los primeros problemas con su tío Amador Mohedano, quien se encargó de organizar la boda y posterior viaje y, según cuenta Rocío Carrasco, también quería ser el representante de la pareja.

Volviendo a su embarazo, Rocío rompe a llorar: “Cuando me enteré que era una niña, me volví loca. Otra Rocío para la familia”. “Rocío nace el 13 de octubre del 96, nació preciosa, era una muñeca”, continúa, “es lo más maravilloso que puede experimentar un hombre y una mujer. Él estaba feliz, loco de contento. No sé si fue el día más feliz de su vida, pero sí que fue el día que se aseguró el futuro”.

Rocío Jurado con Rocío Flores en brazosTelecinco

“Yo hacía todo con la niña y era la mujer más feliz del mundo. Era una niña muy bella y yo estaba con ella como si fuera una muñeca. Era una sensación de felicidad absoluta, estaba completa y pletórica. Siempre me he considerado una buena madre”, confiesa. “Me sentía querida por ella, era una niña maravillosa, y yo era la mujer más feliz del mundo cuando ella era pequeña”, relata entre lágrimas, “él con la niña era locura también, pero en aquel entonces estaba menos con la niña porque empezó a trabajar, pero hasta que me separo de él... lo tengo como un buen padre”.

Antes de quedarme embarazada veo comportamientos extraños en él (Antonio David), después veo un cambio de actitud para bien. Y me creo que ese cambio va a ser para los restos... pero no fue así”, declara. “A mi madre había cosas que no le gustaban... como la prepotencia o el discutir por cualquier cosa... Pero por aquel entonces tragaba por respeto. Tampoco vio nunca una salida de tono de las que yo había vivido antes, pero había cosas que él no podía evitar porque era su forma de ser”, prosigue.

Rocío Carrasco y Antonio David en la docuserie de TelecincoTelecinco

En 1998 vino su segundo embarazo, el de su hijo pequeño, David: “No fue como el primero, sí buscábamos a ese niño”.

“Un día a mediados e julio empiezo a ver cosas que no me gustan con una determinada chica, Sonsoles... demasiado toqueteo, complicidad... demasiados detalles que no son los que esperas con una persona que acabas de conocer. Yo lo hablé con él y su respuesta fue que ‘estaba loca, que las hormonas y el embarazo te están afectando a la cabeza. Los celos te están volviendo loca y vas a malparir a mi hijo…'”, relata.

“Un día que salimos de fiesta, me lo encontré comiéndose la boca con una tía detrás de la barra. Él me ve, yo salgo corriendo y llorando del bar. Me empieza a doler mucho la barriga y empiezo a tener pinchazos como contracciones y él viene detrás mío y me vuelve a decir ‘estás loca, el embarazo te está afectando a la cabeza’. Yo empiezo a tener un ataque de pánico, estaba embarazada de su hijo, no me entra porque me esté poniendo los cuernos, me entra como madre porque estaba embarazada de él. Y él utilizaba ese embarazo para decirme que estaba loca y no era real. En ese mismo instante decido que yo me separo”, confiesa Carrasco. “Luego me enteré de que lo sabía todo el pueblo menos yo, a mi me gritaban: Rociíto, eres una cierva embarazada. Lo sabían mis primas y lo sabía la prensa”.

ROCIO CARRASCO Y ANTONIO DAVID FLORES DURANTE LA INAUGURACIONDE LA INMOBLIRARIO MCJX ©KORPA09/06/99 MARBELLALa Razón©GTRESONLINE

Si a mi me llega a pillar sin estar embarazada, ese no entra por la puerta de mi casa. No era por orgullo, era porque yo estaba esperando un hijo suyo. Me estaba faltando el respeto como mujer y como madre. Yo no entendía como una persona podía hacerle eso a otra”, concluye entre lágrimas Rocío Carrasco.

‘Ese hombre’

Yo nunca me creí que estaba loca, pero sí es cierto que me hizo dudar sobre mi actitud y sobre mi verdad”, así comienza el tercer y más doloroso capítulo del documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. Hay dos episodios que son esenciales en esta historia, según cuenta Carrasco. El primero de ellos, el día que apareció Sonsoles en la playa junto a Antonio David y ella se fue a casa andando sola. “Hubo un día que estando en un chiringuito de la playa me dio una lipotimia y lo único que recuerdo es que a ‘este ser’ se le ocurre echarme una botella de agua congelada. Me dio una lipotimia y seguido un corte de digestión...”, relata.

“Otro día llego a las 8 de la mañana, de fiesta, y le dije que era un sinvergüenza. Me cogió en volandas del camisón, me agarró y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana. La barriga me daba en el borde de la ventana, giré la cabeza y le dije ´procura que cuando llegue abajo, me haya matado’. En ese momento tomó conciencia y me soltó rápidamente”, un episodio que el mismo Antonio David negó posteriormente. “Mi hija era muy pequeña y yo me he encargado de que nadie se enterara de esto. Yo actuaba como que no pasaba nada”.

Posteriormente sucedió otro de los episodios más duros para la protagonistas, en 1998 en Málaga, “me metí en la ducha y vi caer el agua con sangre. Pensé que perdía al niño, estaba de 22 semanas. Fui al ginecólogo y me dijo que había expulsado el tapón mucoso, que no había peligro y que tenía que guardar reposo. Yo sabía que algo no iba bien, me aterroricé porque pensaba que iba a perder al niño y porque fuera real que iba a ‘malparir’ al niño por mi culpa, por loca, porque yo me estuviera ocasionando un mal a mi y a mi hijo”. “Yo temía por mi bebé, no por mi”, prosigue, “se lo conté a mi madre a posteriori y ella me dijo ‘te lo advertí'”.

Ese mismo año Rocío, convencida de querer depararse de Antonio David, deciden mudarse juntos a Madrid. Es allí donde empieza otra vez el “sinvivir, el desasosiego” de mentiras, como ella misma relata, “no tiene ningún tipo de escrúpulo”. Al parecer y según relata, el ex guardia civil continúa su historia extramatrimonial con Sonsoles.

Rocío Carrasco y Rocío Jurado tras el nacimiento de DavidTelecinco

Recuerdo el nacimiento de mi hijo con mucha felicidad y tristeza”, confiesa. “Tras su nacimiento hubo que trasladarlo del hospital, al 12 de Octubre, a las horas de nacer”.

Rocío Carrasco relata el vínculo que tenía con su hijo pequeño, entre lágrimas, “mi enano moría con su madre”. “Era como un ángel y a mi me despertaba mucha ternura y sentimiento de querer protegerlo. En algún momento me llegué incluso a sentir culpable, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que no era así”, continúa.

En cuanto a los rumores de crisis que rodeaban a la pareja tras el nacimiento de David, Carrasco confiesa que l hecho de demostrar públicamente normalidad, era todo un “paripé”. “Un día decido que ha llegado el momento, que yo me iba a Chipiona, pero no se lo comunico a nadie”, relata. Cuando Rocío comunica a su pareja su intención de separarse, “Él entró en cólera, me empezó a gritar y le dije que me iba a separar y me dijo: ‘pues te vas a cagar, no vas a saber de donde te van a venir. Te vas a levantar de una y te va a venir otra’. Mi madre lo escuchó y él le dijo: ‘tú te callas Rocío Jurado, tú no conoces a Antonio David Flores’. La única verdad que ha dicho en toda su vida, que me iba a cagar, lo ha cumplido. Lo dijo y lo ha hecho”.

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