Opinión

El diario de Amilibia: Él no permite las tomas falsas, dicen

Nunca se queda en blanco. En todo caso, en rojo

Pedro Sánchez
Pedro SánchezJavier LizónAgencia EFE

Antes algunos directores gustaban de mostrar al final de sus comedias las tomas falsas, esto es, las escenas en las que los actores se equivocan, improvisan metiendo morcillas o que quedan en blanco, provocando grandes risas entre sus compañeros. Él, protagonista de «Las cuatro estaciones» (Él, no Vivaldi), no se equivoca, pero improvisa como nadie, es más, se diría que toda su carrera política es pura improvisación sin escaleta, excepto el «Manual de resistencia», claro. Así que sus improvisaciones no pueden ser consideradas en puridad como tomas falsas, sino como su estilo político habitual. Nunca se queda en blanco. En todo caso, en rojo. Y es muy celebrada su finura metiendo morcillas y embutidos según de dónde y con quién se encuentre: a Bildu, la morcilla de Beasain; al PNV, la chistorra navarra, etc. Aragonès suele elogiar la butifarra que pone sobre la Mesa, siempre abundante y sin tan siquiera un 25 por ciento de cerdo castellano.

El caso es que Él no quiere tomas falsas en su serie televisiva. No hacía falta ordenarlo: por la destreza improvisadora del protagonista, al director se le haría imposible distinguir las tomas falsas de las que no lo son, las morcillas de los chorizos y las salchichas de las longanizas, quizá porque, según las lenguas viperinas, ahí lo único auténtico es la claqueta.

Pedro Sánchez
Pedro SánchezJavier LizónAgencia EFE

Cuentan que han visto en Moncloa el primer capítulo: aparece Él tomando su primer café con Begoña mientras ojea el «Financial Times», Miquel Iceta desayunando chocolate con churros y la celebración del último cumpleaños presidencial, en la que quizá Yolanda Díaz se disfraza de Ana de Armas (Marilyn Monroe) y le canta al presi con voz caliente el «happy birthday to you».

Cincuenta velas sobre una tarta de morcillas y chorizos.