Amando de Miguel: «Tertulianos y políticos se parecen cada vez más»

–Hablando pronto y mal, ¿cómo es nuestro lenguaje hoy?

–Zarrapastroso. Y se nota más porque todo el mundo habla y opina.

–Hace años escribió «La perversión del lenguaje». ¿Hoy lo pervierten...?

–Todos, porque hoy todos somos comunicadores. Ahí está internet.

–Le atrae sobre todo el habla de los hombres públicos. ¿Hablan peor que las mujeres públicas?

–Distinto. Y fíjese: hombre público es admirable; mujer pública, no tan admirable.

–¿Qué caracteriza el lenguaje de los políticos?

–La oscuridad y los circunloquios. Emplean palabras más largas para poder pensar en la siguiente. Dirán mejor «influenciar» que «influir».

–No dicen «subir impuestos», dicen «ajustar»...

–Claro. La clave está en emplear el mayor número de palabras con el menor número de ideas. Se ocultan tras las palabras para subsistir. Los políticos quieren subsistir, no pasar a la historia.

–Son ambiguos...

–La ambigüedad es su defensa. Si no sabes lo que ha querido decir, estás ante un político o un tertuliano. Cada vez se parecen más.

–El gran error del político quizá sea la mentira...

–Todos mentimos. La verdad total haría imposible la vida.

–Llama «politiqués» al dialecto de los políticos...

–Es la jerga que les defiende y los oculta.

–No cree que la distinción izquierda-derecha esté superada...

–No lo está, y veo España cada día más polarizada. Se han deteriorado las etiquetas, eso sí. Por ejemplo, el de izquierdas se dice progresista.

–El Papa ha afirmado que nunca ha sido de derechas. ¿Queda alguien de derechas por aquí?

–Queda, pero como la palabra está contaminada por el franquismo...

–En fin, ¿y todo esto tendrá arreglo algún día?

–Claro que sí. Todo tiene arreglo.

–Creí que me iba a decir «lo peor ya ha pasado» o «estamos trabajando en ello» o «hay que buscar un amplio consenso»...

Profesión: sociólogo, escritor y tertuliano.

Nació: en 1937, en Zamora.

Por qué está aquí: por su libro «Hablando pronto y mal» (Espasa).