Conciliación
Anita Matamoros: “No dejo de pensar que la vida es algo frágil y perecedero que debo disfrutar”
En medio de la tragedia, Anita Matamoros, celebra su cumpleaños por todo lo alto rodeada de sus amigos, su hermano Javier y su madre en una fiesta en Madrid.
Primeras declaraciones de Anita Matamoros sobre el difícil momento que atraviesa su vida familiar: ”Este último año ha pasado volando, arrasando como un tornado lo que conocía como mi vida y dejando recuerdos nuevos así como escombros que seguro seré capaz de reconstruir.”
Ya lo anunciaba Makoke en « Viva la Vida »: ni ella ni su hija Ana, podrían esa noche ver la entrevista más dura de Matamoros en Sálvame Deluxe. Un compromiso ineludible se lo impediría: el 19 cumpleaños de Anita Matamoros. Aunque muchos se sorprendían que ante semejante trago en la familia, Anita tuviera ganas de fiesta, la pequeña de los Matamoros derrochó sonrisas en el “fiestón” que había organizado con motivo de su aniversario .
Mientras ella soplaba las velas, su padre emocionaba a los espectadores de Sábado Deluxe contando la difícil situación a la que se enfrenta tras serle detectados varios tumores que le serán extirpados el próximo 6 de agosto en un hospital de Madrid. Empezaba así una noche muy larga para los que antes formaban una familia unida y ejemplar aunque la vivieran de forma muy distinta. Kiko trataba de contener las lágrimas en su entrevista más larga y emotiva desde hace años y el núcleo duro de su familia, Makoke, Javi y Anita, lo daban todo en una noche sin fin.
Y aunque la procesión va por dentro, madre e hija disfrutaron de una noche muy divertida a pesar de que, a unos pocos kilómetros de allí, en los estudios de Telecinco, Kiko Matamoros se rompía en directo y contaba a la audiencia la gravedad de su enfermedad. El polémico colaborador, a quién la enfermedad y el miedo a un destino incierto, han vuelto más conciliador, pasaba la noche conteniendo las lágrimas y expresando sus deseos de cerrar viejas heridas. Al margen de los problemas con algunos compañeros de programa, como Mila Ximénez, que aprovecho la ocasión para entrar por teléfono y arreglar viejas rencillas, a Matamoros le preocupa recomponer sus maltrechas relaciones familiares, con sus hijos y con sus dos ex mujeres.
Habló de Makoke, a quién había visto el día anterior en un cumpleaños y de Javier Tudela, su “hijastro”, sorprendido de que el niño que crió no se hubiera puesto en contacto con él hasta entonces. Y se emocionó recordando las lágrimas de Anita, la benjamina, cuando le contó el alcance de los tumores detectados. Por su parte los aludidos, respondían desde el convite a los medios allí congregados, dedicándole cariñosas palabras: Anita aseguraba que celebraría con su padre su cumpleaños por separado y Javier le mandaba ánimos al que durante veinte años ejerció como un padre para él.
Al día siguiente, Makoke y sus dos hijos, volvían a soplar las velas en su casa de La Finca (Pozuelo de Alarcón) en una comida familiar a la que tampoco acudía Kiko Matamoros, que prefería poner rumbo a Baleares con su joven novia, Marta del Álamo. Tras la comida, Anita se ponía manos a la obra para editar el vídeo de su cumpleaños y atender sus redes sociales. Fue entonces, cuando pudimos ver las reflexiones de la adolescente, en el año más difícil de su corta existencia: el del divorcio de sus padres, sus duros enfrentamientos por los platós de Telecinco y sobre todo, el año en que su padre descubrió que tenía un cáncer.
La hija de Matamoros, vestida de blanco y con una tiara de pedrería que enmarca sus largos rizos, reflexiona sobre el difícil momento que vive, en el día que cumple 19 años: “A veces la vida decide darnos las lecciones más duras en los que se supone que deberían ser nuestros mejores momentos. Hace un año no hubiera imaginado estar donde estoy, o mejor dicho, como estoy. Muchas cosas han cambiado en el último año, parecía que el tiempo se ralentizaba con las malas noticias, así como se aceleraba en los buenos momentos”.
Anita hace balance del año que cumplió la mayoría de edad y asegura que “este último año ha pasado volando, arrasando como un tornado lo que conocía como mi vida y dejando recuerdos nuevos así como escombros que seguro seré capaz de reconstruir. Lo voy a intentar. Haremos lo que mejor sabemos hacer: ser fuertes, estar unidos y seguir caminando.”
Aunque la pequeña de los Matamoros no nombra a su padre en ningún momento, la difícil situación que vive Kiko le ha hecho reflexionar sobre la vida y la muerte: “No dejo de pensar que la vida quiere recordarme que es algo frágil y perecedero que debo disfrutar...Os invito a vivir cada día como una nueva oportunidad, a querernos, a cuidarnos y valorar más las cosas, las personas y sobre todo, los momentos”.
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