Cargando...

Dinastías

Tatoi revela los secretos de la Reina Sofía

El palacio, que en breve se convertirá en museo, ha conservados intactos los vestidos, joyas y enseres personales de la familia real griega

El look de la Reina Sofía. Gtres

El palacio de Tatoi, la emblemática residencia de la familia real griega a las afueras de Atenas, va revelando poco a poco sus secretos. Y lo cierto es que estos están siendo muchos más de los que cualquiera podía esperar. El gobierno heleno tiene previsto abrir en unos meses el recinto reconvertido en un museo en el que se muestre la vida de sus reyes hasta el exilio que sufrieron en 1973, fecha que provocó el abandono de este palacio en el que quedaron olvidadas en sus estancias gran parte de sus pertenencias.

De hecho, son estas pertenencias las que más curiosidad están levantando ya que al abrir los baúles y maletas que dejaron se están hallando piezas que se pensaban perdidas y que, sin embargo, se han conservado hasta nuestros días en un muy buen estado. David Rato, autor del perfil SpanishRoyalJewls, hacía referencia a algunas de estas piezas hace unos días, pero lo cierto es que la colección es prácticamente inabarcable.

Entre estos tesoros desaparecidos hasta hace nada llaman la atención los enseres más personales de los reyes Pablo I y Federica, así como de sus hijos Constantino, Irene y nuestra reina Sofía. De la cabeza de familia podremos ver, entre otros, el vestido que lució el día del bautizo de Alexia de Grecia.

Una de los vestidos rescatados del Palacio de TatoiCedida

De nuestra reina también han aparecido algunas piezas muy significativas para su majestad, como es el vestido que escogió para la fiesta previa a su enlace con don Juan Carlos, en Atenas, un diseño del modista de origen griego Jean Dessès, el favorito en aquel tiempo de toda la familia real. Confeccionado en organdí azul, lentejuelas y tul, se trata de una creación que la entonces princesa lució en más de una ocasión, ya convertida en miembro de la familia Borbón. De hecho, podemos comprobar así como doña Letizia no fue la primera en apuntarse a eso del “reciclaje” de vestidos. Y sucede lo mismo con otro llamativo diseño, con aplicaciones de flores, que luce en varias fotografías de distintos días una jovencísima Sofía junto a su hermano.

Uno de los vestidos rescatados del Palacio de TatoiCedida

Dessès, como decíamos, es el nombre más presente en los trajes de gala, pero también comparte protagonismo con diseñadores locales, como Papastefanou o Sistovaris, además de otros internacionales y más sport, como Emilio Pucci. De hecho, lo más curioso que está revelando Tatoi es la vida más íntima de la familia real. Así, sabemos por ejemplo que doña Sofía, como el resto de los Grecia, era aficionada a una vida relajada en Tatoi ya que entre las maletas han aparecido multitud de polos de punto que nos hablan de ese ideal deportivo que cultivaban. Es curioso también las marcas que encontramos, porque además de la alta costura, podemos ver cómo eran aficionados a firmas británicas y americanas como Pringle of Scotland y Abercrombie & Fitch, y muchas de los diseños aparecen marcados con el nombre de sus propietarios, como es el caso de nuestra reina.

Las joyas olvidadas

Está claro que la familia real no tuvo tiempo de llevarse todo lo que hubieran querido y, además de la impresionante colección de vestidos de gala de la reina Federica y las princesas Sofía e Irene, también se quedaron allí algunas piezas de joyería. Esto ha hecho que el Ministerio de Cultura heleno haya decidido que en Tatoi se muestre parte de la colección que

poseían la reina, que incluyen piezas del joyero americano Kenneth Jay Lane, un diseñador estadounidense al que se aficionaron otras mujeres como Jacqueline Kennedy, Lady Di, Naty Abascal o Greta Garbo. De la firma Volmer Bahner, otra de las casas de joyería que han aparecido, se ha conservado intacto un set formado por collar, pendientes y brazalete en oro y esmalte. Aunque de las joyas, la que quizás más llame la atención sea una de origen griego.

Una de las joyas rescatadas del Palacio de TatoiCedida

En el palacio donde está enterrado el último rey de Grecia ha aparecido también, además de una corona, una diadema de oro, aguamarinas, diamantes y rubíes, de la firma Vourakis, una de las que más prestigiosas de aquel momento.

Los baúles y maletas han protegido en estas décadas la historia de la familia real griega, manteniendo intacto su paso por aquel país: trajes, uniformes de gala, ropa deportiva o, incluso, un uniforme de boy scout. Todo esto conforma una colección que se podrá ver en unos meses y que de seguro se convertirá en uno de los puntos de atracción más importantes de la capital helena. La colección de bolsos de las mujeres de la familia real, con verdaderas obras de artesanía firmadas por casas como Van Cleef & Arpels, o los lujosos estuches que tenían para las lentillas dan buena prueba del nivel de vida al que estaban acostumbrados en Tatoi. Pero también se verán algunos de sus recuerdos más personales, como la caja de Scrabble que el rey Pablo I regaló en 1955 a su hija Sofía y que contiene una dedicatoria del monarca.

Una de las joyas rescatadas del Palacio de TatoiCedida

Hasta allí, además, nos podremos acercar para saber más de la boda de don Juan Carlos y doña Sofía. Son muchos los enseres que se quedaron allí cuando tuvo que salir toda la familia al exilio. La pieza más destacada, sin lugar a dudas, son los zapatos de Roger Vivier que lució el día de su boda. Si bien el vestido de Jean Dessès se guarda en el Palacio Real de Aranjuez, el calzado se quedó en Tatoi, como si del mismísimo cuento de la Cenicienta se tratara.

Pero no solo eso, también hay curiosidades que nos acercan a la que fue una de las bodas más importantes del siglo y que más realeza reunió por metro cuadrado. Así, podremos ver también una de las botellas que se sirvieron en aquel evento. Como explica la web que el Ministerio de Cultura ha publicado con todos estos “secretos”, se han encontrado también los vinos de aquella ceremonia, como una botella de vino amontillado de Osborne, que se conservaba en la Antigua Hacienda Real de Tatoi y que se sirvió en aquel enlace en 1962. Uno más de los recuerdos que han hecho de este palacio uno de los más especiales de doña Sofía al que ahora podrá volver para recordar tiempos pasado… ¿y mejores?