Michael Jackson

Conrad Murray, entrevista desde mi celda

«Sólo me encontraba en el lugar y el momento equivocados», dice el médico de Michael Jackson en declaraciones a la CNN

Conrad Murray, durante el juicio por la muerte de Jackson en 2012
Conrad Murray, durante el juicio por la muerte de Jackson en 2012larazon

El hombre más despreciado por los fans de Michael Jackson, su médico, un hombre que incluso tiene un grupo de Facebook llamado «I hate Conrad Murray» –«Odio a Conrad Murray»–, ha roto su largo silencio y lo ha hecho desde la cárcel, donde cumple una pena de cuatro años por la muerte del cantante.

El hombre más despreciado por los fans de Michael Jackson, su médico, un hombre que incluso tiene un grupo de Facebook llamado «I hate Conrad Murray» –«Odio a Conrad Murray»–, ha roto su largo silencio y lo ha hecho desde la cárcel, donde cumple una pena de cuatro años por la muerte del cantante, y vía teléfonica para una entrevista a la CNN. Han sido sus primeras declaraciones desde que le condenaron en 2012 por homicidio involuntario. Admitió que su forma de actuar «no fue ortodoxa», pero que sus intenciones fueron buenas y que se ha convertido en el «chivo expiatorio» de una historia que no empieza en la noche en la que murió Michael, sino cincuenta años atrás. «Nadie ha asumido ninguna responsabilidad por lo que se le hizo a este hombre. Y, al encontrarme en el lugar y el momento equivocados, ahora yo estoy en la cárcel», se lamenta. La entrevista coincide con el comienzo del juicio contra AEG Live´s, productora de la gira «This is it» que Jakson nunca llegó a realizar, en el que la familia del cantante se presenta como acusación. La madre y sus tres nietos entienden que la empresa contrató «con negligencia» los servicios de Murray y exigen una indemnización millonaria proporcional a todos los ingresos que Michael podría haber generado en vida de no haber muerto.

«No soy un banco»

Murray ya ha adelantado que no testificará, pero que, en caso de hacerlo, no se andará con rodeos: «Es muy triste lo que veo en televisión; Michael estaría muy enfadado y triste por todo lo que está pasando. Me confesó que no quería seguir siendo un banco para su familia, y lo único que vemos es que esto es una continuación de aquella situación». El médico rememora la fatídica noche, cuando entrontró al rey del pop en un estado «devastador», y explica por qué decidió suministrarle el propofol, anestésico que, junto a un cóctel de sedantes, le causó el fallo cardiaco. «No estaba de acuerdo con Michael, pero él argumentó que llevaba años inyectándoselo y que sabía perfectamente cómo funcionaba. Y, dadas las circunstancias –Murray asegura en otra parte de la entrevista que la gira que el cantante tenía preparada para 2009 estaba próxima y que Michael sufría y lloraba por sus problemas de insomnio–, actué como debía. Además, Michael no era el tipo de persona al que uno le dice "deja eso"y lo hace», justifica el médico.

Murray dice sentirse inocente, «aunque no guarda rencor». Por ello, en marzo presentó un recurso en el que pone en evidencia lo que considera que ha sido un juicio injusto. «El abogado de la acusación destruyó las pruebas en la propia sala y el juez no permitió que se llamara al dermatólogo de Michael, que le había tratado cinco veces en ese mes», argumenta. Para el médico, el verdadero problema nunca fue el propofol, sino el Demerol, un narcótico analgésico al que el artista era adicto.

Paris, el consuelo de los Jackson

Si Michael Jackson recibió duras críticas por cubrir con burkas a su hija mayor, Paris (en la imagen), y a sus hermanos para evitar la atención mediática, ésta ha procurado huir de las polémicas en los últimos años. Es asidua a las alfombra roja, porque, como bien ha reconocido en varias entrevistas, Paris quiere ser artista y, concretamente, actriz. Fue expresar su deseo en el programa de Oprah Winfrey y hacerse realidad al poco tiempo. Así, acaba de terminar de rodar su primera película, «Lundon's Bridge and the Three Keys», un filme en el que interpreta el papel de una joven que ha sobrevivido después de que una medusa le lavase el cerebro.