Las novias, de luto

Sus bordados ocuparon un lugar privilegiado en los enlaces de numerosas «celebrities», pero el martes por la tarde, los innovadores diseños de Pronovias se tiñeron de negro al conocer la noticia del fallecimiento de Manuel Mota, el director creativo de la firma catalana. La noticia trascendió a primera hora de ayer y fue Alberto Palatchi, el presidente de la compañía, el primero en comunicar la trágica información: «La familia Pronovias ha perdido a uno de sus miembros más queridos. Nos queda el recuerdo de tantas colecciones, tantos desfiles, tanto esfuerzo, tanto talento e ilusión compartido con todos», declaró.

Su repentina muerte a los 46 años ha conmocionado al mundo de la moda y a todas las mujeres que le eligieron para vestirlas en uno de los días más importantes de su vida. Durante las primeras horas, las incógnitas eran muchas, ya que al parecer el mismo día de su muerte, Mota acudió a su centro de trabajo con normalidad y fue esa misma tarde cuando murió en Sitges, donde residía con su pareja. Pronto, los Mossos d'Escuadra comunicaron que no existían indicios de criminalidad en su fallecimiento tras el examen de su cadáver, por lo que se descartaba que pudiera haber sido asesinado, y, de inmediato, remitieron dicho informe forense al juzgado.

En el baño del ambulatorio

Por este motivo, todo apunta a un supuesto suicidio. Una conclusión que podría confirmarse tras la información a la que ha tenido acceso LA RAZÓN en la que fuentes de la investigación aseguran que el diseñador se quitó la vida en el baño del centro de atención primaria de Sitges tras empuñar un cuchillo y clavárselo en el pecho. Al parecer fueron unos pacientes los que se encontraron el cadáver de Mota y se lo comunicaron al personal sanitario, quienes contactó con los Mossos. Desde el centro médico prefieren no dar explicaciones y se mantienen en silencio, «por respeto a sus familiares».

La noticia de su fallecimiento sobrevino a sus familiares y amigos, que pensaban que tras años difíciles, por fin, el diseñador se encontraba en un buen momento, acompañado de su éxito profesional. Incluso, vecinos de Mota con los que contactó este diario aseguran que se le veía contento, aunque era una persona reservada: «Tan sólo coincidía con él por las mañanas cuando él cogía el taxi para desplazarse hasta su oficina y cuando regresaba. Estaba todo el día trabajando», explica el hombre que vive en la casa colindante a la de Mota.

«Coincidí con Manuel cuando trabajé para Pronovias en 2005. Conmigo siempre fue una persona muy educada y atenta. Es una gran pérdida. Era un estupendo profesional, una persona tan joven y con tanto talento... Creo que hay un antes y un después de Mota en Pronovias. Le ha dado el glamour, un gusto más internacional a la firma. Es una gran pérdida. Él llevó la moda nupcial a lo más alto», aseguró Lorenzo Caprile.

Las mujeres que pusieron cara a sus diseños en más de dos décadas quisieron homenajear la figura de su maestro: «De Manuel nos quedará siempre un gran cariño. Además de ser una persona espectacular, compartió con nosotros uno de los momentos más importantes de nuestra vida. Fue él quien hizo realidad mi sueño de convertirme en una princesa por un día. Le envío un beso enorme allá donde esté», aseguró Blanca Cuesta, que eligió un vestido suyo para contraer matrimonio con Borja Thyssen en 2007. «Era muy cariñoso y poseía un gran talento. Todos los que hemos trabajado con él le echaremos mucho de menos», añadió Tamara Falcó, imagen de la firma. «Es una pena que le haya sucedido esto en la flor de la vida.... Es una gran pérdida para la moda. Ha demostrado una labor encomiable para Pronovias. Destacamos su gran trabajo como artista, pero sobre todo, su calidad humana», comentaron a este diario los sevillanos Vittorio y Lucchino.

La innovación en un sector muy tradicional es un aspecto de Mota que destacan la mayoría de los diseñadores: «Nuestro homenaje será considerarle referencia y estímulo para seguir innovando», aseveró Modesto Lomba.

Otra de sus musas que no salía de su asombro al conocer el suceso fue Eugenia Silva: «Diseñó el vestido de mi hermana para el día de su boda. Manuel y yo habíamos viajado juntos en varias ocasiones y le tenía un gran cariño», explicaba emocionada la modelo desde Nueva York. A una de las últimas mujeres que vistió Mota fue a la esposa de Julio José Iglesias, Charisse Verharet: «Ha sido una lástima. Le llevaré siempre en el recuerdo», dijo. Un recuerdo que perdurará en la mente de todas aquellas que quisieron dar el «sí, quiero» de la mano de uno de los grandes de la moda.