Recuerdos

Los sábados de Lomana: los misterios y el calvario de la jequesa de Marbella

Era amable, generosa, con una educación impecable, muy reservada con su vida, de la que nadie sabía casi nada

Carmen Lomana y Kasia Galliano, en Marbella
Carmen Lomana y Kasia Gallanio, en MarbellaCarmen LomanaCarmen Lomana

He tenido una difícil y tristísima semana. El lunes llegué a Madrid de un viaje, cuando, al poco tiempo, recibí un mensaje de una amiga desde California que me preguntaba si Kasia había muerto. Pensé que era una equivocación, así que llamé a un amigo que también la conocía mucho. Él me confirmó que, efectivamente, el domingo, a las 8 de la mañana, la habían encontrado muerta en su cama, en el apartamento donde vivía en Marbella, pero nadie sabía mucho más. Su hija pequeña, de 15 años, vivía con su padre en París, el jeque catarí Abdelazziz Bin Khalifa Al-Thani, tío del emir de Catar que hace pocos días visito nuestro país. Llamó a su madre varias veces y no obtuvo contestación, así que decidió ponerse en contacto con la policía francesa para que alertaran de lo sucedido. Así fue como agentes de la Policía Nacional, gracias a la ayuda del portero del edificio, accedieron a la vivienda, encontrándose el cuerpo sin vida y sin ningún signo de violencia. Al parecer, llevaba muerta unos diez días. A todos nos extrañó que nadie fuese en ese tiempo a la casa.

Kasia Gallanio en una imagen de redes sociales
Kasia Gallanio en una imagen de redes socialesInstagram

Últimamente, todos preguntábamos por Kasia, ya que no la veíamos mucho. Llevaba una vida bastante retirada. Ella, que siempre fue la salsa de todas las grandes fiestas de Marbella. La última vez que estuvimos juntas fue en la fiesta de mi cumpleaños. Apareció radiante, como siempre. Era una mujer de una belleza espectacular, con ojos azul turquesa y pelo negro, altísima. Su presencia imponía. Solía ir vestida de negro, con preciosos turbantes y joyas maravillosas. Kasia era de origen polaco, y al casarse con el jeque Al-Thani se convirtió al islam. Estaba muy pendiente de sus hijas. Las dos gemelas, de 17 años, vivían con ella, y prácticamente no hablaban con su padre. Kasia tenía mucho miedo de que no se comportasen bien, porque pensaba que siempre había observando algún «espía» de su padre y podía quitárselas.

Carmen Lomana conoció a la ex princesa Kasia Gallanio en Marbella
Carmen Lomana conoció a la ex princesa Kasia Gallanio en MarbellaCarmen LomanaCarmen Lomana

En 2012, empezó una tremenda y sonora batalla legal por la custodia de sus hijas. El pasado 19 de mayo, el Tribunal de Justicia de París desestimó las demandas, alegando que había estado hospitalizada por crisis nerviosas, pidiendo una evaluación psicológica de la mujer para comprender mejor la situación familiar. Unido a esto, una de las gemelas había denunciado ser víctima de agresiones sexuales por parte de su padre, y la Fiscalía abrió una investigación a cargo de la brigada de protección de menores.

Todo esto rompió completamente las relaciones y la vida confortable que llevaban. Kasia hizo declaraciones a periódicos franceses sin darse cuenta de que se estaba enfrentando al gigante poderoso que era su exmarido, quien nunca le perdonó su falta de discreción .

Carmen Lomana y Kasia Gallanio
Carmen Lomana y Kasia GallanioCarmen LomanaCarmen Lomana

El padre, de 73 años, (Kasia tenía 46) no dirige la palabra a sus hijas gemelas, a las que cubre los mínimos gastos, mientras que la menor de las hermanas vive en su casa de París, un palacio de 5.000 metros cuadrados en la Avenida Montaigne. Al parecer, aislada del mundo y en situación de abandono escolar, según el diario «Le Parisien» .

Kasia no pudo soportar el dolor de perder a sus hija. Estaba desolada y nunca supimos el calvario por el que estaba pasando. Su casa fue asaltada por ladrones recientemente. Mi recuerdo siempre será de admiración y cariño. Era amable, generosa, con una educación impecable, muy reservada con su vida, de la que nadie sabía casi nada. En uno de mis cumpleaños, me regaló un perfume tan delicioso que ya siempre fue mi favorito, y estos días tristes lo llevo en recuerdo y homenaje a ella.