Opinión

Irene Montero, berrinche porque no la dejan ser ministra

"Solo le ha faltado hacer como Tezanos, y decir que le tienen manía por guapa"

Ione Belarra e Irene Montero durante la segunda jornada del pleno de investidura en el Congreso de los Diputados. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 16 11 2023
Ione Belarra e Irene Montero durante la segunda jornada del pleno de investidura en el Congreso de los Diputados. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 16 11 2023 © Alberto R. Roldán La Razón

Irene Montero está mohína porque, pese a la turra que han dado para que continuase como ministra de Igualdad, le han sacado los pies. No parece que vaya a repetir como ministra y eso la ha enfurruñado tanto que al ciudadano Pablo Iglesias no le ha quedado otra que salir a anunciar que un partido político, en el que ya no tiene cargo y que se encuentra prácticamente en paliativos, no formará parte de Sumar si no hay ministros de los suyos. Pobre, tiene que ser muy duro darte cuenta ahora de que aquella de las mechas, la que hablaba flojito y a la que elegiste para sustituirte mediante la vieja técnica de imposición de dedo mesiánico, va a su bola. Y no solo ha hecho lo que le ha dado la gana en lugar de lo que tú querías, sino que acaba de deshacerse de tu parienta. El mosqueo ha sido nivel Patxi López cuando le dicen a Sánchez que no es el mejor, que se pone como las cabras. Solo le ha faltado hacer como Tezanos, y decir que le tienen manía por guapa. Porque seguro que no es porque con ella se hayan rebajado penas o excarcelado a más de mil delincuentes sexuales. Ni que bajo su mandato España haya descendido más de veinte puestos en el ranking de mejores países para ser mujer. Ni que haya sido capaz de enfadar a todas las feministas clásicas por sus cesiones ante el lobby trans y su contribución al borrado de las mujeres. Seguro que esa no es la razón para prescindir de ella, seguro que es envidia.

Ione Belarra e Irene Montero, en el pleno de investidura en el Congreso de los Diputados. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 15 11 2023
Ione Belarra e Irene Montero, en el pleno de investidura en el Congreso de los Diputados. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 15 11 2023 © Alberto R. Roldán La Razón

Pero claro, el ciudadano Iglesias, que se había hecho a la idea de alcanzar el cielo por asalto y lo que está es asistiendo al asalto a manos de otros, ha hecho cuentas y no le sale tan bien lo de la hipoteca si la Montero no factura y solo llora (Shakirazo a la inversa). En su último día en el congreso, la pobre aplaudía flojito y hasta el móvil lo miraba con desgana. Solo Feijóo fue capaz de arrancarle una sonrisa desde la tribuna de oradores, cuando dijo que si ese Gobierno era tan feminista es porque se deshacía precisamente de la ministra de Igualdad. Pobre Montero, que se nos va, triste, de candidata a las europeas. No va a volver al Saturn, con lo que ella ha sido.