Tailandia
Daniel Sancho, ante su semana más decisiva
El chef español está a unos días de conocer su sentencia.
El próximo 29 de agosto Daniel Sancho conocerá, por fin, en el Tribunal Provincial de Koh Samui, cuál es su sentencia. El chef español, que permanece en prisión desde hace ya más de un año, se enfrenta a una posible condena de pena capital –que la ley tailandesa establece para los delitos de sangre– por el presunto asesinato y posterior descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Fue en agosto del año pasado cuando el hijo de Rodolfo Sancho viajó a Tailandia de vacaciones. Había programado estar allí del 31 al 3 de agosto. Un día después de su llegada, según las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad de un supermercado, Sancho compró un cuchillo, una esponja, guantes y una almohadilla de limpieza, además de bolsas de basura y productos de limpieza. También adquiere un kayak.
Días después llega Arrieta. En la madrugada del 2 de agosto se comete el presunto crimen que, según confesó el chef, se produjo tras sufrir una pelea con Edwin, quien supuestamente quería mantener relaciones sexuales con él. El colombiano le había amenazado con difundir material fotográfico comprometido y la disputa acabaría con un puñetazo por parte del español y la muerte del colombiano, quien se golpeó en la cabeza con el lavabo y perdió el conocimiento. El hijo de Rodolfo Sancho, tras comprobar que el cuerpo de su amigo permanecía inmóvil, decidió descuartizarlo en 17 trozos y repartirlos en varias bolsas. Algunas fueron a parar a un vertedero y otras las tiró al mar utilizando el kayak que había comprado.
El 3 de agosto, Daniel limpia la habitación del hotel en el que se produjo el suceso y después fingió la desaparición de su amigo. Los primeros restos del cuerpo de Arrieta encontrados en el vertedero de Moo 4 de Koh Phangan unido a los arañazos que la Policía advirtió en el cuerpo de Sancho cuando acudió a denunciar la desaparición de su amigo le convirtieron en el principal sospechoso.
El 5 de agosto se declara culpable aunque se sintió «forzado» a matarlo. «Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula», confesaba a los agentes. Sancho colabora en la reconstrucción de los hechos.
La Justicia tailandesa decreta dos días después prisión provisional para Daniel y se presentan cargos de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas. Es trasladado a la cárcel de Koh Samui. Desde el juicio celebrado la pasada primavera, el joven permanece en prisión a la espera de la sentencia que se conocerá el próximo jueves. Marcos García-Montes, abogado del español, en colaboración con el letrado tailandés Aprichat Srinuel, se mostraba optimista con LA RAZÓN afirmando que «no recaerá una sentencia superior a 8 años» ya que no consideran que hubiera premeditación en la muerte de Arrieta. Una versión que no comparte Juango Ospina, encargado de la defensa de la familia Arrieta, para quien «en Tailandia hay cuestiones que son indiscutibles. Ellos entienden y así lo consideran las personas que han vivido este procedimiento que hubo una muerte que estuvo planeada» por lo que apuntan a que será condenado a la pena capital. Pena de muerte, cadena perpetua... el 29 se desvelará el futuro de Sancho.